Consultorio Jurídico: una forma de ayudar familias y formar profesionales de primera línea

Estudiantes de quinto año de la Facultad de Derecho van al Centro CADI en Los Rosales para atender de forma jurídica a personas de bajos recursos
Consultorio Jurídico: una forma de ayudar familias y formar profesionales de primera línea

La misión de la UM consiste en promover una cultura de trabajo y de servicio en la persona, la familia y la sociedad. Esta búsqueda se puede ver reflejada en distintas unidades académicas, como lo son las Pasantías Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, o, en este caso, las materias Consultorio Jurídico I y II de la Facultad de Derecho -FDER-.

Su dinámica es totalmente práctica, no se enseña contenido teórico. Lo que buscan las docentes Claudia Pintos y Belén Robles es poner en práctica las herramientas que los alumnos han desarrollado a lo largo de la carrera, y es por esta razón que se dicta en los últimos dos semestres de la misma.

¿Qué es el CADI?
“El CADI es una institución civil sin fines de lucro fundada en 1965 cuyo objetivo es patrocinar, organizar, fomentar y promover toda clase de actividades culturales, deportivas, artísticas que contribuyan a la formación espiritual, humana, profesional, social y cívica de la infancia, la juventud y la población adulta.

El espíritu que anima la actividad del CADI está inspirado en las enseñanzas y ejemplo de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, una institución de la Iglesia Católica que promueve entre los cristianos el empeño por buscar la santificación en medio del mundo, a través del ejercicio del trabajo cotidiano y del cumplimiento de los propios deberes personales, familiares y sociales”, comentan en su página web.

Acceso a servicios jurísicos para personas carenciadas
El objetivo de las materias Consultorio Jurídico I y II es que personas de bajos recursos que no dispongan de los medios para costear servicios jurídicos privados puedan acceder a ellos a través del CADI, donde los estudiantes en conjunto con las profesoras, entiendan su caso y lo tramiten. Al amparo de la ley 18.078 se exoneran timbres judiciales y profesionales siempre y cuando quien tramite el juicio sea un consultorio jurídico gratuito que atienda poblaciones carenciadas.

Al presentarse los consultantes, se les entrevista para recopilar sus datos y conocer los hechos que los llevaron allí. Luego, a cada estudiante se le asigna un caso para que presente la demanda, redacte escritos, siga el expediente, mantenga contacto con los consultantes y asista a audiencias con la supervisión de las profesoras.

"Pude visitar un juzgado, recopilar pruebas y hasta efectuar mis primeros escritos reales de demanda"
Nahuel Zoghbi eligió la UM en 2020 luego de haber participado en la competencia “Abogado y Escribano por un día”, donde su equipo quedó semifinalista. Desde ese punto, quedó “fascinado por la cultura de las personas que trabajaban en la universidad, la calidez humana, los ideales de perseguir la excelencia en todo lo que uno hace y, sobre todo, la idea de servir a otro, de aportarle valor a la vida de otra persona”. 

En la actualidad se encuentra en su último año de Derecho, cursa las carreras de Abogacía y Notariado/Escribanía y ha logrado balancear ambas al mantener una alta escolaridad para conservar su beca. Además, participó en el programa “Líder entre Líderes” de la UM, donde desarrolló habilidades blandas y dio un discurso ante representantes de empresas, lo que aumentó su confianza y seguridad en sus capacidades.

El semestre pasado cursó Consultorio Jurídico I, y hasta el momento ha seguido tres casos de pensión alimenticia. “En lo personal fue muy beneficiosa la materia ya que, como no me inicié aún en el mercado laboral, pude conocer de primera mano lo que es acudir a un juzgado, realizar consultas a los funcionarios que trabajan allí; pude ver un expediente real, efectuar mis primeros escritos reales de demanda, recopilar pruebas, entro otros”, comentó Zoghbi. 

“En Consultorio se atienden casos de familia. El más común es que una madre acuda al CADI, con el objetivo de que le tramitemos una demanda de pensión alimenticia para que el padre de su hijo cumpla con sus deberes como progenitor, reteniéndole de sus haberes salariales un porcentaje de sus ingresos líquidos. Cada estudiante debe elaborar una ’ficha de seguimiento‘ de cada uno de los casos, donde se detalla cada aspecto que el estudiante ha ido realizando dentro de ese caso correspondiente” agregó.

Para garantizar el correcto servicio jurídico, a fines de diciembre comienza una feria judicial que finaliza los primeros días de marzo. Durante el transcurso de la misma los organismos judiciales detienen su actividad: los expedientes, salvo casos de violencia de género, no se mueven. Sin embargo, una vez que concluya el evento y una nueva generación llegue a Consultorio Jurídico, estos retomarán todos los casos inconclusos.

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Consultado al respecto, Zoghbi explicó: “Tengo una perspectiva más práctica de la carrera y sé realmente qué tareas debe realizar un abogado en su día a día”. “El estudiante ve cómo los conocimientos son bajados a la realidad fáctica, además de que adquiere conocimientos de la jerga diaria del profesional. (…) A su vez, el estudiante desarrolla un cierto tipo de ’inteligencia práctica’ para lidiar con los casos y sale de su zona de confort. Todo lo anterior ayuda a crecer como ser humano y a mejorar y perfilarse como un profesional que pueda desenvolverse en el mundo, que es lo que se espera de uno una vez recibido”, concluyó.

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