Kini: el cortometraje de profesores FCOM más votado por el público

Hernán Olivera y Diego Sardi obtuvieron el Premio del público en el 10° José Ignacio International Film Festival
Hernán Olivera, Diego Sardi y otros

Los profesores Diego Sardi y Hernán Olivera se conocieron en Columbia College Chicago (EEUU) tras haber ganado la beca Fulbright que les dio la posibilidad de cursar, a Sardi, un Máster en Producción Creativa y, a Olivera, un Máster en Dirección de cine en dicha Universidad. Al volver a Uruguay, luego de estar tres años en el extranjero, decidieron realizar un cortometraje juntos. “Necesitábamos reconectarnos con el país, con la industria y la mejor forma era realizando un proyecto. Porque eso te obliga a buscar colaboradores, también a retomar contactos y generar nuevos”, dijo Sardi. 

Con esos deseos de conocer el mercado nacional y de seguir contando historias nace Kini, una comedia negra de 10:54 minutos de duración. El cortometraje cuenta la historia de una dulce anciana que, tras lograr reunir a su familia para contarles que se ganó la lotería, deberá lidiar con sus cuatro hijos desesperados por el dinero, que pondrán en práctica diversas estrategias para seducirla y quedarse con el premio.

La historia ya conquistó al público en el primer festival que participó. El 4 de enero de 2020 Kini fue proyectado en la noche inaugural de la décima edición del José Ignacio International Film Festival. Quedó seleccionado junto a otros seis cortometrajes de 60 proyectos que fueron presentados. En la competencia de cortos Kini ganó el Premio del público, esto quiere decir que fue el más votado por la audiencia que estuvo presente en el festival.

En la siguiente entrevista Sardi habla sobre el proceso de producción y realización del cortometraje.

¿Qué los motivó a contar esta historia?

Nos interesaba jugar con personajes mezquinos por su condición de individualistas y egoístas. Creo que son instintos primitivos que están en todos pero que, por suerte, sabemos gestionarlos. Pensábamos que podía haber algo catártico en una historia donde sus personajes no saben o no quieren hacerlo, y dan rienda suelta a estos instintos para mostrarnos qué tan miserable se puede ser y qué destino le puede deparar a alguien así. Relatos salvajes fue una de las películas que tomamos como referencia en cuanto al tono y tipo de historia. En esta ocasión, la historia tiene lugar en la familia que es un escenario delicado dado que el vínculo con la misma puede ser visceral una cena navideña puede transformarse rápidamente en una batalla campal.

¿Qué desafíos enfrentaron en la producción y realización del cortometraje?

El desafío más grande fue conseguir a los actores. Porque es un corto donde todo pasa en una locación con siete personajes alrededor de una mesa. Tanto así que hablamos de filmar el corto sí y solo sí conseguíamos a los actores indicados. Porque de lo contrario, íbamos a trabajar en un proyecto sabiendo de antemano que iba a fracasar.

Comenzamos a bajar la idea a tierra en enero de 2018 y en octubre de ese mismo año la filmamos en tres días y medio, algunas escenas en la casa de mi abuela en Melilla y otras en un quiosco en Jacinto Vera. Buscamos a los actores de forma minuciosa en escuelas de cine, agencias de publicidad, agencias de casting, también hablamos con directores de escuelas de actores y miramos mucha publicidad.

En este caso le agradecemos mucho a la UM por todo el apoyo que recibimos durante el proceso de desarrollo y producción del proyecto. Son etapas que demandan mucho tiempo, recursos y trabajo. La universidad, especialmente desde la facultad de Comunicación, fue una gran aliada para encarar este proceso. Pudimos sumar a alumnos avanzados de la licenciatura en Comunicación a la preproducción del proyecto y tuvimos la suerte de contar en el equipo con Nacho González, egresado de la Facultad, quien hizo la banda sonora de la película.

¿Qué descubrieron o aprendieron luego de estar tres años fuera del país?

Los proyectos en los que participé antes de irme a estudiar a EEUU fueron realizados, en su mayoría, dentro del ámbito académico. También tuve algunas experiencias en largometrajes documentales, pero en roles chicos, como asistente o coordinador de producción. En el caso de Kini tuve que liderar un corto que es 100% desarrollado en el marco de la industria, sin ningún marco académico.

Si lo comparo con mi experiencia como productor en EEUU, me sentí igual de exigido y desafiado. La producción de Kini tuvo el desafío extra de tener que aprender las logísticas específicas de Uruguay, cuáles son los proveedores, acuerdos que podés hacer y cómo funciona la cultura de trabajo. Definitivamente fue una experiencia de mucho aprendizaje en un mercado en el que todavía tengo mucho por aprender.

¿El cortometraje finalizado cumplió sus expectativas?

Quedamos contentos con el resultado no necesariamente porque la película quedó idéntica a cómo la imaginábamos, porque se va reescribiendo durante el proceso, sino porque en su esencia es lo que esperábamos. Lo bueno de trabajar en este proyecto con Hernán fue que los dos entendíamos muy bien lo que queríamos contar y qué queríamos generar en la audiencia. También cuáles eran nuestros referentes y el tipo de humor que queríamos manejar.

¿Habrá otras instancias de exhibición?

La proyección en el José Ignacio International Film Festival fue el estreno nacional del cortometraje. A fines de febrero o principios de marzo, aún lo estamos definiendo, realizaremos una premiere para el castcrew y amigos en el Life Cinema Alfabeta. Con esto comenzamos el circuito de festivales. 

Ver tráiler AQUÍ

Equipo:

Producción: Diego Sardi

Guion y dirección: Hernán Olivera

Dirección de Fotografía: Germán Nocella

Diseño de Producción: Belén Cirio

Montaje: José Vitarello

Música: Nacho González

Sonido: LaMayor Cine

Actuaciones: Agueda Restaino, Gabriela Fumía, María Elena Pérez, Pablo Sintes, Rodolfo Requejo, Natalia Chiarelli, Alejandro Busch