Desafíos del multiculturalismo

El profesor de FDER Santiago Altieri expuso en la Biblioteca Universitaria
.

El Dr. Santiago Altieri, profesor titular de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho (FDER) de la Universidad de Montevideo (UM), expuso en la Biblioteca Universitaria sobre los desafíos del multiculturalismo. La conferencia tuvo lugar en el marco del Día del Patrimonio y del 70º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, coincidió con el lanzamiento de la “Colección Buenos Lectores” de la Biblioteca, que ofrece lectura recreativa para los estudiantes, profesores y personal de la universidad.

El docente de FDER explicó que la situación actual del multiculturalismo —que actualmente se manifiesta especialmente en Europa a causa de la migración de islámicos— presenta un problema todavía no resuelto por los gobiernos de los países que enfrentan ese hecho: la universalidad de los derechos humanos. Para exponer el significado del término “Derechos Humanos” mostró un video al inicio de la conferencia que resume la historia del desarrollo de este concepto.

Aseguró que los países desarrollados intentan imponer a los inmigrantes islámicos los derechos de primera generación (por ejemplo, el de la libertad y el de la igualdad entre hombres y mujeres), pero, al mismo tiempo, no les reconocen los derechos de segunda generación (educación, salud, vivienda, entre otros). Sobre esto, concluyó: “Hay una lesión de la igualdad de los inmigrantes con respecto a los locales”.

Los dos problemas a los que lleva ese contexto son: el “asimilacionismo” y el multiculturalismo relativista. El primero, implica la exigencia, por parte de los locales y hacia los extranjeros, de la asimilación de la cultura propia. De lo contrario, el sistema los expulsa. El segundo, plantea que los derechos humanos son un producto cultural de Occidente, sin base natural. La consecuencia de esto es que no existen patrones morales universales y, por ende, no es posible emitir un juicio moral sobre otras culturas.

Altieri explicó que “para buscar una solución que supere esas respuestas extremas” es necesario partir de algunos puntos. El primero, es la afirmación de que la dignidad humana es transcultural. El segundo, es que la identidad cultural es un derecho fundamental. De esa forma, negarla sería ir en contra de “su identidad más profunda y, por tanto, de su ser”. Así, todas las pautas culturales que no sean lesivas a la dignidad humana deberían ser aceptadas.

Siguiendo este razonamiento, el profesor de Derechos Humanos indicó que las soluciones deberían ir por dos vías entrelazadas entre sí: “asegurar la igualdad y promover la diferencia”. La primera, exige que todas las personas —nacionales e inmigrantes— tengan los mismos derechos. La segunda, requiere aceptar que los extranjeros mantengan sus costumbres, distintas a las del país que adoptan, siempre que no dañen la dignidad humana. “Eso es una riqueza para la sociedad, porque le aporta otras visiones y la hace más pluralista”, agregó.

El expositor afirmó que este problema tiene hoy más peso en los países de Europa con respecto a la población islámica. Las razones de esto son, por un lado, la brecha cultural entre las dos poblaciones y, por otro, el avance de los ciudadanos islámicos simplemente por el gran crecimiento de la natalidad, frente a la baja tasa de nacimientos en los países europeos. Por otro lado, aseguró que, aunque todavía en Uruguay y la región no es un problema tan trascendente, lo será en el futuro, en la medida en que crezca el número de inmigrantes islámicos.

Sobre el papel de las universidades en este reto, opinó que pueden aportar “en la profundización de un tema que no está resuelto”. Citó el caso de Alemania y explicó que, a pesar de su voluntad de apertura a los inmigrantes, no ha logrado su adaptación y, por tanto, no ha encontrado un modelo que funcione. Y agregó: “La universidad es un ámbito en donde se pueden estudiar las cosas con la frialdad necesaria para abstraerse de la política y poder desarrollar este problema. Me parece que en esto hay un gran campo de estudio para el Derecho, para la Sociología y para la Economía”.