Decano de FDER en CLA

Nicolás Etcheverry participó como expositor y moderador en la XI Conferencia Latina de Arbitraje que se celebró en Asunción
Nicolás Etcheverry

Entre los días 29 y 31 de mayo el decano de la Facultad de Derecho (UM) Nicolás Etcheverry participó como expositor y moderador en la XI Conferencia Latina de Arbitraje que se celebró en Asunción.

Asistieron unas 600 personas de diversas nacionalidades a lo largo de las tres jornadas. Las palabras de bienvenida las dieron los directores del CLA Diego Fernández Arroyo de Argentina y José Moreno Rodríguez de Paraguay.

Los informes y exposiciones en torno al Arbitraje en la Industria de la Construcción -el Árbitro de Emergencia-, las reglas de la IBA sobre Práctica de Prueba en Arbitraje Internacional –la presentación del CIADI-, el pasado, presente y futuro del Arbitraje Internacional (Gary Born) -¿Qué deben hacer los árbitros frente a la corrupción en los negocios? (Yves Derains y Eduardo Silva Romero)–, Virtudes y defectos de los llamados “árbitros de parte”–, Arbitraje y Derecho Internacional Privado –cómo está impactando la tecnología en el arbitraje–, Una visión ética y actual del arbitraje (Catherine Rogers) - ¿Es caro el arbitraje? - ¿Es inevitablemente largo el arbitraje de inversiones? - ¿Hay que ampliar o restringir las causales de nulidad de laudos en el arbitraje comercial? - ¿Es posible anular un laudo del CIADI?- fueron algunos de temas expuestos durante esas jornadas.

Durante el cierre el decano Etcheverry realizó primero la presentación del CLA 2020 que tendrá lugar en Montevideo, Uruguay a fines de mayo, y luego tuvo el rol de moderador de la conferencia final presentada por Julio César Rivera en torno a “La visión sustancialista y la visión procesal del Arbitraje”.

Las jornadas finalizaron con una cena de despedida ofrecida por el Dr. José Moreno Rodríguez en su casa a la que asistieron unas 130 personas.

Participaron en esta oportunidad conferencistas de alto nivel tales como Gary Born (EEUU), Yves Derains (Francia), Julio César Rivera (Argentina), Catherine Rogers (Reino Unido), Ana Serra (Portugal), Pablo Laorden (España), Fernando Marcondes (Brasil), Diana Paraguacuto Maheo (Francia), Fernando Aguirre (Bolivia), Paul Arrighi (Uruguay), Adriana Braghetta (Brasil), Alfredo Bullard (Perú), Roque Caivano (Argentina), Gonzalo Flores (Chile), Cecilia Fresnedo (Uruguay), Claudia Frutos Peterson (EEUU), Osvaldo Guglielmino (Argentina), Caroline Kleiner (Francia), José Alfredo Martínez de Hoz (Argentina), Elina Mereminskaya (Chile), Sophie Nappert (Reino Unido), Carmen Núnez-Lagos (España), Alejandro Pintos (Uruguay), Luis Ernesto Rodríguez Carrera (Venezuela), Roberto Ruiz Díaz Labrano (Paraguay), Verónica Sandler (Argentina) y Eduardo Silva Romero (Colombia-Francia).

Se adjuntan las palabras de cierre de Nicolás Etcheverry:

“Se habla mucho hoy de economías sustentables. Las economías sustentables no deben prescindir y además deberían priorizar hoy en día educaciones sustentables.

Sustentabilidad económica e integrabilidad educativa nunca deberían separarse.

Una educación integral reclama y supone incluir lo intelectual, la capacitación técnico-profesional (skills), la estética (que apunta no solo a la belleza y fortaleza de los argumentos tanto en forma oral como escrita, sino también para saber vincular y armonizar coherente y lógicamente la bolsa de los hechos, la de los daños y la del monto de los reclamos) ymás que nada, la formación ética, para que haya un mayor y mejor conocimiento de qué prácticas son correctas, honestas y deseables y cuáles no. Sin por ello, dejar de reconocer que debería ser la familia la primera educadora en valores éticos. No olvidemos - por otra parte - que lo ético implica vincular valores (v.g libertad responsable, seguridad, paz social) con virtudes humanas (v.g prudencia, laboriosidad, lealtad profesional) y actitudes (tales como la coherencia, imparcialidad, y la diligente servicialidad) que son dinámicos, cambiantes, pero también con alto grado de universalidad.

En Uruguay y la UM vamos a seguir promoviendo la CULTURA del Arbitraje Internacional para, primero, continuar sacudiendo y limando la hostilidad judicial hacia el arbitraje (que en nuestro país, igual que aquí en Paraguay, con la visita y palabras del Presidente de la SCJ hoy de mañana, ha quedado mostrado, ya ha disminuido mucho). En segundo lugar, para seguir entendiendo el arbitraje como la mejor forma de proteger el derecho fundamental de los ciudadanos de contratar libremente y para resolver sus problemas y diferencias de la manera que mejor lo consideren. Esto es, con el mayor grado posible de eficiencia, expedición y con el menor costo y tiempo posible. No olvidemos la importancia del sentido común (sensatez) a la hora de procurar resolver los problemas y controversias humanas.

Esta es una de las razones que señalaba el Prof. Gary Born por la que los regímenes totalitarios, antidemocráticos o populistas desprecian o ignoran al arbitraje.

Y, por eso mismo, seguiremos apuntando a promover la cultura del arbitraje internacional: para seguir reforzando la democracia, no solamente entendida como posibilidad de votar diferentes gobernantes cada tanto tiempo, sino entendida y protegida por el estado de derecho, la real separación de poderes y de los órganos de contralor, así como la tarea de la prensa libre e independiente que pueda informar a los ciudadanos sin restricciones de tipo alguno.

Se ha dicho que la tarea de los árbitros no es “hacer” justicia, y estoy en parte de acuerdo. Pero también es cierto que muchas veces los jueces tampoco “hacen” justicia… Un objetivo menos ambicioso -pero no por ello cada vez más necesario- es que tanto árbitros y jueces contribuyan para lograr superar diferendos y aportar soluciones que - sin ser absolutamente justas y satisfactorias para todos- tiendan a construir puentes de entendimiento, de comprensión y de respeto entre todos los seres humanos sin distinción de clase alguna. Con el fin de ir conformando una comunidad - si no del todo justa - al menos un poco más segura y más fraterna. Es y debe seguir siendo un granito de arena importante para cooperar con el bien común.

En Uruguay, y con la experiencia adquirida en estos días, no les vamos a prometer el sol y el buen tiempo. Pero si nos comprometemos a continuar el rumbo trazado en estas Conferencias hace ya once años. La mejor carta de presentación para el XII Congreso, será la de nuestros jóvenes ex alumnos, alumnos actuales y coaches que se han desempeñado con altura y brillantez en múltiples competencias universitarias de arbitraje internacional (tanto comerciales como de inversión) por el mundo entero. Como muchos de ustedes saben esto, no es necesario que insista en este aspecto. Gracias Osvaldo Guglielmino por pensar en esos jóvenes.

Solo me resta agradecer sinceramente a los organizadores (José y Diego en particular) por el honor de habernos designado para llevar adelante la XII edición de esta Conferencia. Ojalá que podamos estar a la altura de ésta que está por concluir.

Muchas gracias.”