Alumnos de Ingeniería ganaron el primer y segundo puesto en una Hackathon Internacional de New York University Abu Dhabi
Los estudiantes Agustín Panizza, Mateo Stipanicic y Federico Fuidio, miembros del grupo de investigación en computación cuántica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo (FIUM), alcanzaron un logro extraordinario al obtener el primer y segundo lugar en la prestigiosa Hackathon Internacional de la New York University Abu Dhabi (NYUAD).
Hace un mes, fueron seleccionados para formar parte de un grupo de 180 alumnos de 50 países que participaron en la Hackathon y fueron tres de los seis representantes latinoamericanos presentes en el evento. Este hito marca la primera participación de estudiantes universitarios uruguayos en esta actividad, consolidando su posición en el escenario internacional al llevarse los primeros puestos.
La Hackathon congregó a equipos interdisciplinarios de todo el mundo, conformados por 5 a 7 estudiantes y 2 mentores, con el propósito de desarrollar soluciones para desafíos clave en las áreas de Inteligencia Artificial y Computación Cuántica. Durante el evento, estos equipos colaboraron en proyectos conjuntos, explorando nuevas fronteras y aplicaciones en estos campos durante tres días.
El primer día, los equipos se enfrentaron al desafío de identificar un problema de alcance global, que fuera simultáneamente relevante para los países árabes y estuviera relacionado con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, debía poder resolverse mediante Quantum Computing. En el segundo día, trabajaron en la creación de un prototipo de solución basado en la problemática seleccionada. Finalmente, se dedicaron a perfeccionar los detalles y consolidar todo en una presentación. El equipo de Stipanicic y Fuido obtuvo el primer puesto, y el de Panizza resultó segundo.
Los tres destacan que hicieron un buen trabajo y eso se vio reflejado en el resultado. Panizza reflexionó sobre su presentación: “No necesitaba el premio para saber que habíamos hecho un buen trabajo, pero fue una señal de que habíamos estado muy bien”. Stipanicic destacó el compromiso del equipo con lograr un trabajo bien hecho: “Queríamos presentar algo sólido, ser profesionales y disfrutar de la experiencia, y pudimos lograrlo”. Por su parte, Fuidio celebró el reconocimiento obtenido: "Nos llenó de orgullo ver que nuestro trabajo fue reconocido tanto por los jueces como por la audiencia".
Fue gracias al financiamiento de la empresa estadounidense SandboxAQ, spin off de Alphabet que es la matriz de Google, que los alumnos pudieron participar en la Hackathon que se llevó a cabo del 25 al 28 de abril de 2024 en el Centro de Conferencias de NYU en Abu Dhabi. Esta edición, la duodécima anual, se centró en dos de las tecnologías más prometedoras de nuestro tiempo: la Inteligencia Artificial y la Computación Cuántica.
El desempeño excepcional de Agustín, Mateo y Federico es un testimonio de su dedicación, habilidades y potencial para contribuir significativamente al avance de la ciencia y la tecnología en un contexto global.
¿Qué aprendieron de esta experiencia?
Agustín Panizza: Si tuviera que decir algo que aprendí, diría que profundicé un montón en el tema de la comunicación con los demás. Cómo trabajar con gente de lugares, culturas y backgrounds académicos muy diferentes, y lograr armar un equipo que funcionara bien. También, estuvo bueno poder conocer en qué está trabajando la gente de distintos lugares del mundo. Una lección que me llevo es el poder que tiene la universidad, las actividades académicas y el mundo de resolver problemas juntos para romper las barreras culturales. Eso demuestra que en el fondo todos estamos acá para lo mismo.
Mateo Stipanicic: Aprendimos a trabajar en un equipo multicultural. Vivimos sus dificultades, pero eso hizo que tuviera gran valor. Pude ver que la única forma de medir cómo trabajas es abrirte y estar en contacto con el mundo. También, pudimos aprender cosas técnicas a pesar de que hayan sido pocos días. En nuestro equipo había gente de Física, Ingeniería Informática y Química, y aprendimos en el intercambio de información.
Federico Fuidio: Aprendimos muchísimo de esta experiencia, principalmente sobre diferentes enfoques y tecnologías que se están usando alrededor del mundo. Resalto también la importancia de la colaboración y la comunicación eficaz dentro de un equipo diverso, así como el valor de la adaptabilidad y la rápida solución de problemas en situaciones de alta presión.
¿Qué se sintió haber salido primeros y segundos?
Agustín Panizza: Después de haber presentado, estaba muy contento y satisfecho con el trabajo que habíamos hecho. No necesitaba el premio para saber que habíamos hecho un buen trabajo, pero fue una señal de que habíamos estado muy bien.
Mateo Stipanicic: Cuando salís de Uruguay no sabes si lo que querés es ganar. Te estás yendo a Abu Dhabi y estás agradecido. En parte ya ganaste porque te seleccionaron en una competencia internacional. Pero lo que vivimos con Fede fue que el equipo en el que estábamos tenía la vocación de algo que me parece que es un valor de la UM y eso es el valor del trabajo bien hecho. Me pareció que eso se reflejaba en lo que queríamos hacer. Fuimos a disfrutar sí, pero tampoco íbamos a hacer algo a medias. Queríamos presentar algo sólido, ser profesionales y disfrutar de la experiencia, y pudimos lograrlo.
Federico Fuidio: Ganar el primer premio y el Audience Awards fue muy gratificante. Antes de la premiación, nuestro equipo se encontraba conforme con lo logrado en el proyecto, pero nos llenó de orgullo ver que nuestro trabajo fue reconocido tanto por los jueces como por la audiencia. Fue un momento de celebración para todo nuestro equipo.
¿Cómo evalúan la formación recibida en la UM? ¿Se sentían a la altura de los otros estudiantes de otros países?
Agustín Panizza: Parte de los objetivos de la Hackathon era que los equipos tuvieran personas de contextos diversos. Es decir, que hubiera gente que supiera más de análisis de datos, IA, machine learning y computación cuántica. En términos de computación cuántica, estábamos muy preparados. Había dos enfoques en esto: por un lado, el del software, que es aquel en el que tenemos más experiencia, y estábamos con una preparación muy sólida, de entre las mejores de los participantes; por otro lado, el del hardware, en lo que tenemos poca experiencia y había otros que sabían más que nosotros. Pero aun así la preparación en computación cuántica fue muy sólida. No me sentí para nada fuera de lugar, sino totalmente a la altura. Fue un desafío, pero no sentí que fuera algo para lo que no estaba preparado.
Mateo Stipanicic: Antes de evaluar la formación recibida, conviene agradecer por la formación que obtuvimos y la oportunidad de ir allá. El nivel de afuera es bueno y nos sentíamos a la altura. Había cosas que no sabíamos, pero está bien que no las supiéramos. Eso quiere decir que tenemos cosas para mejorar y que tenemos la capacidad de hacerlo, que hay que ir a más.
Federico Fuidio: La formación que recibimos en la UM fue fundamental para nuestro éxito. Me sentí bien preparado y a la altura de los desafíos presentados, comparándonos favorablemente con estudiantes de otros países y especialmente en el ámbito de la computación cuántica. Nuestros cursos y proyectos en la universidad nos equiparon con una buena base teórica y práctica.
¿Cómo fue la experiencia de presentarse internacionalmente en una Hackathon en Abu Dhabi?
Agustín Panizza: La experiencia de estar presencialmente allá fue increíble. Lo más impresionante fue ver cómo las distintas culturas, a pesar de sus diferencias, están unidas. Lo que me llevo de la experiencia es haber trabajado en equipo con gente de lugares muy distintos, pero con un objetivo común. El poder trabajar un mismo problema, pero con perspectivas de distintos lados del mundo, eso une un montón.
Mateo Stipanicic: Estuvo muy bueno irnos hasta allá y conocer a mucha gente de diferentes lugares. Para mí fue fuerte el choque cultural, pero me sirvió muchísimo para aprender sobre las diferencias culturales.
Federico Fuidio: La experiencia fue muy enriquecedora y emocionante. Estar en un entorno tan diverso nos permitió compartir con varias culturas distintas, así como compartir nuestras ideas y conocimientos, y aprender diferentes tecnologías y enfoques. Además, fue una excelente oportunidad para poner a prueba nuestras habilidades en un escenario, trabajando y compitiendo con personas de todo el mundo.