Diez años de la Licenciatura en Negocios Internacionales
La Universidad de Montevideo se caracteriza por su afán de ir a más y así fue como en el 2011 lanzó la Licenciatura en Negocios Internacionales. Comenzó con un grupo pequeño de quince alumnos y fue creciendo año tras año hasta llegar a tener más de cuarenta inscriptos por generación. A diez años de su lanzamiento, el alumni Lucas Álvez comparte la experiencia personal de su recorrido académico.
Pertenece a la generación 2014 y hoy se desempeña como analista senior de trasporte en una multinacional. De chico no sabía bien qué iba a estudiar, pero sí recuerda su fanatismo por el rugby. Tras conocer la UM, Álvez decidió cursar la Licenciatura en Negocios Internacionales.
Le llamó la atención la propuesta de la UM, que incluía un semestre en el exterior y un semestre de materias en inglés, lo que implicaba un gran desafío personal. Pero además de eso, era la única universidad que le ofrecía la oportunidad de cumplir su sueño: irse de intercambio a la cuna de su deporte preferido. Esto fue el motor durante sus años de estudio: “Entré a la Universidad de Montevideo mirando tres años para adelante y, a veces, cuando estaba luchando con alguna materia, me decía a mí mismo: me voy a Nueva Zelanda”.
Su experiencia en la UM
Para Álvez, la propuesta de valor de la UM hizo la diferencia. “No hace falta compararla con nada. La experiencia la vivís de modo integral, desde el lugar físico de estudio hasta la calidad humana de los profesores; si tenés algún problema siempre hay alguien para ayudarte, son detalles que hacen la diferencia”.
Según comenta, el programa de pasantías que debió realizar durante los años de estudio fue un diferencial cuando le tocó enfrentarse al mercado laboral, “más allá de la base teórica, salís sabiendo manejarte en una oficina, qué trato tener con los demás y eso se nota”.
El alumni también destacó la amplitud de posibilidades que tiene la carrera a nivel profesional, por ejemplo, en la rama de comercio exterior, negociación o finanzas. “No es tan específico como en otras carreras; te dan todas las herramientas y te dicen ‘buscalo vos’. En mi caso, hoy estoy en el área de logística”, comentó Álvez.
Más allá de la vida académica, la UM propone diferentes actividades para cultivar la vida universitaria, y así fue que participó de diferentes propuestas de voluntariado. “Me llegaron al corazón”, expresó.
El intercambio
Aplicó a Lincoln University en Nueva Zelanda con la ayuda y el asesoramiento de la UM. El intercambio fue todo un desafío desde el principio porque debía aprender otro idioma. Afortunadamente, Álvez pudo practicar inglés en el semestre previo a su partida y “eso fue una muy buena base”, según recuerda. Durante su estadía, consiguió meterse de lleno en la cultura del país y perfeccionar su pronunciación. Lo resumió como “la mejor experiencia del mundo” y aseguró: “No me voy a olvidar nunca”.
¿Qué te dejó la UM cuando te graduaste?
“Una propuesta muy integral; me quedó el incentivo fuertísimo por emprender e innovar. Si tuviese que escoger de nuevo, la volvería a elegir”.