Pequeñas Rebeldes: un camino de ida
Crédito de foto: Uruguay Natural
Marjorie Spitalnik es alumni UM y fundadora de "Pequeñas Rebeldes", una iniciativa que creó muñecas de reconocidas mujeres de la historia, acompañada con una app de actividades para que las niñas y niños conozcan más sobre esa persona de forma interactiva.
En entrevista, cuenta cómo fue su recorrido como emprendedora.
¿Qué te motivó a emprender en Pequeñas Rebeldes?
Mi hija. Luego de años de acompañarla en sus estudios y ver que en sus libros solo se hablaba de los grandes logros de los hombres de la historia, me di cuenta que no le estaban hablando de las mujeres que habían hecho y que hacen historia. Uno no puede ser lo que no puede ver. Con eso en mente, decidí aprovechar mi experiencia previa con peluches en Tedybujo y encontrar –a través de ella- la manera de enseñar sobre estas grandes mujeres. De ahí nace la idea de hacer peluches inspirados en mujeres icónicas de la historia. La parte de la App vino luego como complemento de enseñanza, intentando no caer en el lugar común de los libros, sino más bien apostando a la tecnología que es la realidad de los niños de hoy.
¿Por qué “Pequeñas Rebeldes”?
Porque todas estas grandes mujeres en su momento también fueron niñas y fueron rebeldes. No aceptaron NO como respuesta y desafiaron el statu quo. Es importante que las niñas logren verse reflejadas en estas mujeres, además de aspirar a ser como ellas, entender que ellas también fueron pequeñas alguna vez.
¿Cuál fue el desafío más grande que tuviste que sortear?
Tuve varios -y seguramente tenga varios más-, pero sin dudas a destacar el hecho de ser mujer es de por si un gran desafío; abrirse camino en un mundo mayoritariamente dominando por hombres, en especial en mi caso que, desde Uruguay, arranqué de entrada en Estados Unidos. Era mujer y latina en una industria repleta de hombres tradicionales.
El otro gran desafío con el que lucho a diario es la salud mental. La depresión y el síndrome del impostor son algo con lo que batallo hace años y que me consume mucha energía a la hora de salir adelante.
¿Cómo te preparó tu carrera de grado para el mundo emprendedor?
La comunicación es fundamental al momento de emprender. El saber escuchar, el aceptar un feedback y poder luego aplicarlo para mejorar. El “tender redes” te ayuda a ir creciendo como emprendedora y como persona.
¿A quién te gustaría agradecer por ser un mentor en este camino?
Mucha gente se ha acercado y me ha donado su tiempo, sus contactos, su cariño y su apoyo. Pero, sin dudas, hay varios que se merecen un reconocimiento especial.
Andrea Roth ha sido súper generosa compartiendo tanto conocimiento y contactos como tiempo y dedicación.
Alessandro Carlucci, ex CEO de Natura fue el primero en creer que yo podía hacer de Pequeñas una realidad y fue quien me sostuvo la mano desde que empecé el pívot de Tedybujo a Pequeñas.
Sara Goldberg y su apoyo incondicional.
Carmen Sánchez y todo el equipo de ANDE.
Al equipo entero de Ingenio por aguantarme la locura y ayudarme a mejorar.
Anna Chiara Ortolani por todo lo que hace a diario por Pequeñas.
Y, por supuesto, a mi mamá y mi hija que, si bien no son mentoras, son la base de todo.
¿Qué consejo le darías a una joven que piensa en emprender?
No lo hagas por dinero. Hacelo por eso que te hace levantar emocionada por empezar el día. Descubrí tu “porque” y cada vez que se complique algo (créeme que va a pasar), respira y recordá porqué lo haces.
Y por sobre todas las cosas, no le temas al NO. El NO va a estar siempre, con eso en mente, salí a buscar tu SI.