Claudia Amengual presentó El hornero y otras historias
Durante sus años de servicio diplomático en Uruguay, Geoffrey Jackson observó la fauna y flora locales. Después de ser liberado del secuestro de ocho meses por parte del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, el exembajador inglés escribió The oven-bird and some others. El libro, publicado por primera vez en inglés en 1972, fue traducido por la doctora Luisa Peirano, y la graduada de la Licenciatura en Traducción, María Eugenia Meneses.
El 10 de noviembre, la escritora y profesora de traducción literaria, Claudia Amengual presentó el libro en la sede central de la UM. Al empezar, expresó su alegría por tratarse del trabajo de una de sus antiguas alumnas de Traducción Literaria.
Amengual destacó el desafío que implica amalgamar un estilo que sea lo suficientemente accesible para los niños, sin subestimarlos. Opinó que es un acierto incluir vocabulario y conceptos desconocidos para que el “niño levante su mirada” y pregunte el significado a alguno de sus mayores o utilice el diccionario.
Resaltó que El hornero y otras historias es un libro que contiene valores y, en relación a esto, compartió unas palabras de Bruno Bettelheim, autor de Psicoanálisis de los cuentos de hadas, en las que expresa la importancia de criar a los niños a través de los valores. Para eso, explica Bettelheim, es necesario que en “la literatura para niños se expongan el bien y el mal con claridad” y que “se exponga al niño —de una manera adecuada a su edad— a los rigores, a las durezas, a las asperezas de la vida”.
En relación al trabajo de las traductoras, la escritora destacó la precisión de la nomenclatura de la fauna y la flora y la “música interior” del texto; el estímulo o impulso creativo, y la capacidad de ponerse en el lugar, contexto y época del autor teniendo en cuenta las emociones, las sensaciones y el trabajo intelectual del mismo.
Indicó que en el libro existe alguna referencia a su secuestro y que en la traducción las profesionales lograron “ponerse en la piel del autor, que escribió el libro desde la angustia, pero también desde la esperanza y la fe”. Destacó la profesión del traductor, que es también un creador porque tienen la difícil tarea de “tender puentes” entre un texto original y un texto nuevo, que pertenecen a diferentes culturas y que presentan una “cosmovisión distinta propiciada por las lenguas”.
A continuación, María Eugenia Meneses explicó que el proyecto se enmarcaba en una práctica profesional exigida por el plan de estudios de la carrera. Relató la investigación que hicieron en torno a los animales que aparecen en la publicación. Contó que pasó tres horas viendo un video de la construcción de un nido de hornero y comprobó que el proceso —que se plasma en la imaginación al leer cada paso en el libro— está perfectamente relatado. Aseguró que esta y otras situaciones muestran “el trabajo de observación e investigación muy exhaustivo y preciso” por parte del embajador británico.
Finalmente, Luisa Peirano señaló que la presentación de El hornero y otras historias es la tercera etapa de “una aventura intelectual” que empezó con la lectura de Secuestrado por el pueblo, en el que Geoffrey Jackson relata el testimonio de ocho meses de sufrimiento desde una actitud de perdón. En 2016, con ocasión de los cien años del nacimiento del Jackson, fue expositora en un simposio organizado por la Universidad de Cambridge, que guarda los archivos personales del embajador. Y en 2017 presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires la novela inédita Clandy traducida al español.
Destacó que The oven-bird and some others es un libro muy actual porque tienen dos ejes que preocupan al mundo de hoy: el cuidado de la naturaleza y el cuidado de la familia: “Me parece que es una instancia muy linda reflotar a una persona que vivió en este país, que quiso a este país, y dejó ese legado tan importante del perdón, de la capacidad de trascender, de tender puentes y de cuidar esos valores de familia y de naturaleza”.
Agradeció a María Brugnini, coordinadora de la carrera de Traducción, por facilitar el vínculo con la graduada que se sumó al proyecto; a María Eugenia Meneses; a la familia Jackson y a Allen Packwood, director de los archivos de Cambridge.