“La educación es el principal camino para el cambio en una sociedad”

Silvana Realini, alumna del postgrado en Educación, cuenta su experiencia de la vuelta a clase en la escuela N°111 de Salto, un modelo a seguir para las instituciones uruguayas
Foto de la Escuela N° 111 de Salto

Para llegar a la escuela N°111 de Salto hay que atravesar la ciudad hacia el noroeste. En el barrio Ayuí Norte –conocido como “La Humedad” por ser una zona afectada por inundaciones– se encuentran las instalaciones donde trabaja Silvana Realini, directora de la escuela y también alumna del postgrado en Educación en la Universidad de Montevideo (UM).

Realini, que dedicó diecinueve años a la docencia y casi cuatro a la efectividad en la dirección de la escuela, no duda en definirse como “maestra de profesión y de corazón”. Descubrió su vocación cuando, luego de conocer distintas realidades a través de trabajos sociales que realizó cuando era adolescente en la Obra Social Don Bosco, entendió que la educación es el principal camino para el cambio en una sociedad: “No me equivoqué, sigo pensando lo mismo”, afirma.

Ser docente, para Realini, no solo se limita a las horas en la escuela, sino que es algo que “impregna” toda su vida. Cada vez que llega a su casa sigue pensando cómo mejorar estrategias, qué nuevas investigaciones pueden ser útiles y qué nuevas formas de motivación puede incorporar para el equipo docente, los niños y ella misma.

Con esa entereza e impulso –y trabajo en equipo–, Silvana hoy lidera una vuelta a clases modelo para el país.

A la escuela N°111 de Salto concurren 169 alumnos de Inicial 4 a 6º año y junto a ella trabajan ocho maestros, dos profesores –uno de Educación Física y otro de Inglés–, una tallerista de Artes Visuales, una maestra secretaria y cuatro auxiliares. Con la coordinación entre toda la comunidad educativa y el protocolo sanitario y las disposiciones del Consejo de Educación Inicial y Primaria, se retornó a la presencialidad el primero de junio, con una frecuencia de dos días semanales mínimo, cuatro horas diarias y dos subgrupos por grado.

Foto del equipo académico de la Escuela N°111 de Salto

¿Qué consideraciones especiales tuvieron con los maestros y niños, de acuerdo con las medidas sanitarias que impuso el gobierno, ante la vuelta presencial a clases?
Los maestros tuvimos una semana previa en la escuela para elaborar cuidadosamente el plan de acción del retorno a clases. Acordamos aspectos técnicos pedagógicos fundamentales: hacer foco en los aprendizajes, jerarquizar contenidos (Lengua y Matemática), planificar teniendo en cuenta el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), flexibilizar el currículo para que sea abierto y accesible, centrar la mirada en los talentos y no en las dificultades, planificar tanto para la presencialidad como para la virtualidad en forma integrada, implementando un sistema híbrido de enseñanza y aprendizaje.

En cuanto a la organización de los tiempos y espacios, se coordinaron las entradas y salidas escalonadas para evitar las aglomeraciones, los subgrupos de niños no superan los quince alumnos, se dispuso el mobiliario manteniendo la distancia establecida en el protocolo, así como las medidas de higiene y limpieza.

 ¿Hablaron con padres para llevar adelante la adaptación a la nueva realidad?
Se buscó convocar a las familias con entusiasmo y alegría, con mensajes claros y simples a través de los grupos de WhatsApp, carteleras y en forma presencial, en ese vínculo cara a cara que siempre se mantuvo a través de la entrega diaria de las viandas.

 ¿Realizaron reuniones con otros centros de la región para acordar formas de adaptación a la nueva realidad de la enseñanza?
Realizamos reuniones virtuales con otras escuelas de tiempo completo, buscando el intercambio de experiencias que permitieran un enriquecimiento de las propuestas frente a una situación nunca antes vivida: enseñar 100% a distancia a niños de inicial y primaria.

 ¿Qué observaciones tuvieron?
Desde el 13 de marzo al primero de junio identificamos dos claros trayectos. Un primer trayecto en el que la principal preocupación estuvo en mantener la comunicación y el vínculo educativo con los niños y sus familias. Utilizamos todos los medios posibles: GURÍ Familia, plataforma CREA, grupos de WhatsApp, comunicación telefónica, visita a hogares, comunicación directa en la entrega de las viandas, entrega de material impreso (cuadernos viajeros, de lectura y escritura [CLE], de Hacer Matemática [CHM], fotocopias).

Con esto, se hizo una evaluación de la situación comunicacional al 3 de abril: los niños desvinculados eran el 15%, mientras quienes participaron en los grupos de WhatsApp, 85%. El 63% ingresaban a CREA, el 50% accedían al material, el 33% usaban la plataforma Matific y el 23% PAM.

 Así fue que se detectaron necesidades:
-Buscamos llegar al 100% de los niños. Para esto se visitaron hogares de niños desvinculados con el apoyo del Equipo de Escuelas Disfrutables.
-Establecimos un vínculo más directo entre niños y docentes. Para esto se iniciaron las videoconferencias.
-Necesidad de formación para educar desde la virtualidad: se crearon tutoriales en primera instancia.

Foto de niño aprendiendo

¿Detectaron cuáles eran las dificultades?
Al recorrer las aulas virtuales en CREA entendimos que no eran muy amigables, con carpetas por áreas del conocimiento a modo de repositorio, con listados de tareas excesivas, sin secuenciación, poca o nula retroalimentación sin promover la reflexión. Frente a esta situación, comencé a implementar talleres virtuales (por videoconferencias, videollamadas, pequeños tutoriales) y presenciales (en las guardias para las entregas de las viandas) con los docentes para la creación de recursos educativos digitales. Se trabaja en forma coordinada con el Centro de Tecnología del Departamento, intercambiando actividades con otros centros, creando colaborativamente guías didácticas o recorridos para el aula virtual.  

¿Qué resultados tuvieron?
Pronto las aulas en la plataforma CREA comenzaron a cambiar: se incluyeron imágenes interactivas, recorridos virtuales, juegos creados con las plantillas de gamificación de Genially, actividades creativas utilizando Padlet, Kahoot, Educaplay, Geogebra, Exelearning. Las creaciones se compartían y servían de ejemplo para entusiasmar al equipo docente. Todos se unieron en este camino de integración de la tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje: “¿Cómo hiciste eso? ¿Qué herramienta utilizaste? ¿Cómo hago para...?”, preguntaban.

Se busca que todos los recursos sean diseñados teniendo en cuenta el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), brindando a los niños diferentes opciones para expresarse y participar: audios, videos, dibujos, fotografías, etc.

El DUA corresponde a un modelo para la elaboración de planificaciones múltiples, que se fundamenta en la idea de que la diversidad es la norma, no la excepción, y pretende corregir la principal barrera para aprender y participar que enfrentan muchos alumnos, como son los planes de estudio diseñados e implementados de manera uniforme, sin considerar las diferencias (CAST, 2008). También apuntamos a la creación de recursos educativos abiertos (REA), con formatos técnicos abiertos y licencias abiertas para promover el intercambio y la reutilización de los mismos en la comunidad educativa.

 A pesar del progreso, ¿aún hay problemáticas?
Sí, desde que comenzamos las clases presenciales ha disminuido el uso de las plataformas. A pesar que se ha explicado que estamos transitando un modelo híbrido de enseñanza y aprendizaje, la mayoría de los niños no está ingresando a las plataformas. Por este motivo, se están realizando reuniones con padres con la finalidad de involucrarlos en la educación a distancia de sus hijos. A través de juegos se les enseña el ingreso y uso básico de las plataformas para que puedan acompañar a sus hijos, y se ofrecen las instalaciones de la escuela a las familias que no cuentan con conectividad, respetando siempre el protocolo sanitario. Se busca que sea una escuela de puertas abiertas: “La escuela: tu casa, mi casa, nuestra casa”.

Por otro lado, los niños más vulnerables son los que tienen más inasistencias y, al ser voluntaria la concurrencia a la escuela, se agranda la brecha con los demás compañeros.

 ¿Qué reacción tuvieron los chicos a la nueva realidad? ¿Alguna anécdota que se pueda compartir?
Los chicos estaban felices de volver a la escuela, ansiosos por estar con sus compañeros y maestras. Rápidamente se adaptan a la nueva realidad, aunque la mayoría quisiera venir todos los días, como por ejemplo Mario, que se para en la ventana de su salón los días que no le toca asistir a la escuela y pide para entrar. Ahora va todos los días, pide una “compu” y se instala en el comedor o en la sala de maestros a realizar las tareas virtuales.

 ¿Tomaron algún modelo internacional/nacional de referencia para el modelo de clases y adaptación?
Lidia Barboza, la directora del postgrado en Educación en la UM, nos acercó a diferentes realidades internacionales a través de diversos artículos compartidos, webinars, encuentros virtuales con directivos de Finlandia y España. Además, el hecho de que el grupo del postgrado esté integrado por directivos de centros educativos diversos (infantil, primaria, secundaria, públicos, privados, escuelas agrarias, UTU) permite ampliar la mirada, “salir de la caja” y pensar soluciones más creativas a los problemas que se nos presentan.

 ¿Qué herramientas te brindó el postgrado durante los meses de enseñanza a distancia y para este momento de readaptación a lo presencial?
Tenemos una asignatura llamada “Aprendizaje mediado por tecnologías” en la que compartimos experiencias de gestión virtual, encuentros virtuales con diferentes herramientas (Microsoft Teams, Zoom, Google Meet), uso de plataformas y variedad de herramientas digitales.

Una gran fortaleza son las visitas de pares y la retroalimentación que se recibe, brindando una mirada externa al centro muy necesaria para reflexionar sobre la realidad y proyectarse a futuro. Por ejemplo, con el profesor Pedro Ravela estamos trabajando en la evaluación de los centros, aprendiendo diferentes instrumentos, metodologías de evaluación y recibiendo devoluciones que nos permiten realizar un trabajo más efectivo y crecer profesionalmente.

Con los profesores Fabricio Patritti y Erwin Rattin estamos abordando la gestión basada en datos, cuya implementación orienta la toma de decisiones sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje, intenciona la medición continua, determinando el impacto de la enseñanza sobre el aprendizaje de los alumnos, sistematiza el trabajo de líderes y docentes en función de los aprendizajes de los niños.

Estos son solo algunas de las herramientas que nos está brindando el postgrado y que nos están permitiendo llevar adelante una gestión enfocada en los aprendizajes en este tiempo complejo que debemos hacer frente a los problemas que se están generando con la pandemia.