Sofía Teixeira

Ingeniería: un desafío que vale la pena
Sofía Teixeira frente al escudo de la Universidad de Navarra.

Sofía Teixeira comenzó la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo (FIUM) en 2006. Hoy, diez años después, obtuvo el título de Doctora en Ingeniería en la prestigiosa TECNUN, la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra. El tribunal le otorgó la máxima calificación: sobresaliente cum laude. 

Su tesis se titula “Optimización del tiempo de desencofrado en piezas verticales de Hormigón Autocompactante: desarrollo de metodología y estudio experimental”. Después de la defensa, el tribunal felicitó a Sofía y a sus directores de tesis, el Dr. Iñigo Puente Urruzmendi y el profesor de la FIUM Dr. Adrián Santilli Almaraz, y otorgó a la nueva doctora la máxima calificación: sobresaliente cum laude. 

¿Por qué decidiste estudiar Ingeniería? 

Desde pequeña tenía claro que me gustaba lo relacionado a pensamientos abstractos, desafíos diarios y poder, de cierta manera, solucionar problemas que se me planteaban.  

En un principio no tenía claro en que rama de la Ingeniería me quería especializar, comencé la carrera de Ingeniería Telemática y luego me cambié al área de industrial para termina graduándome como Ingeniera Civil. 

El hecho de pasar por las diferentes ramas me permitió conocer mejor cada una de ellas, en donde en el área de la construcción encontré lo que realmente buscaba: esa parte de gestión diaria que siempre me llamó mucho la atención y sobre la cual veía que se me plantearían desafíos diarios que me mantendrían con cierta "adrenalina" a lo largo del ejercicio laboral.  

Por otro lado, siempre me gustó mucho la docencia, desde el segundo año de facultad cuando comencé a ayudar al profesor Carlos Brun en sus clases prácticas. Esta persona, en su amor por la docencia, además de la influencia de mi madre y mis abuelas, quienes también eran docentes, me hicieron descubrir esa parte en donde uno recibe más de lo que da.  

Vivir la docencia como ese momento en que sos capaz de poder transmitir un conocimiento es de una satisfacción que no sé explicar. Como profesores debemos ser conscientes de que el conocimiento es el mejor bien intangible que podemos dejarle de regalo a un alumno, y no debemos escatimar en eso. Es así que no dude un segundo al momento del doctorado ya que era donde se interceptaban estas dos pasiones de la Ingeniería y de la docencia. 

¿Cómo surgió la posibilidad de ir a estudiar a TECNUN? ¿Cómo fue la experiencia? 

Luego de finalizar la carrera de Ingeniería Civil me encontraba trabajando en CIEMSA y en una de las charlas con Adrián Santilli, quien recién llegaba de realizar su doctorado en Tecnun, me plantee la posibilidad.  

Siempre tuve claro que quería vivir en el exterior, me parecía un crecimiento personal enorme y una experiencia por la cual quería pasar. Además, lo veía como una oportunidad de enriquecerme ampliamente, tanto en el aspecto de formación para la docencia como en el aspecto personal y cultural. 

La experiencia de estudiar en Tecnun es algo que no se puede describir con palabras, lo máximo que puedo decir es que superó ampliamente mis expectativas, que es de las mejores cosas que me pasó y que lo volvería a elegir mil veces más. Obviamente, tiene sus desventajas: el desprenderse de la familia y losamigos y amigas, y las diferentescostumbres a las cuales debemos adaptarnos, pero es algo que luego, al poner todo en la balanza, se compensa totalmente. 

Cuando te enfrentaste por primera vez al máster y el doctorado, ¿sentías tener una base sólida de la universidad? 

Sí. La verdad es que al principio iba con ciertos miedos, pero me di cuenta que como universidad estamos a un nivel competente con el resto de las universidades delmundo sin ningún problema. 

¿Qué recuerdos tenés de la UM? 

Mis recuerdos de la UM refieren a una de las mejores etapas, un ambiente de brazo tendido donde cada día se podía ver a las personas trabajando con ganas, donde todo disfrutaban de su trabajo y eso se hacía notar en los frutos que se cosechaban. 

Más allá del título, una vez egresada de la facultad, lo más preciado que te llevas son los amigos que hiciste en la carrera. Esto se debe justamente a ese ambiente familiar que se vive dentro de la universidad, donde uno realmente siente que todos festejan contigo los logros y te ayudan cuando las cosas no salen bien. Eso se demuestra también en las reuniones de egresados, en cada anécdota y cada recuerdo, donde uno asiste, aunque la mayoría de las veces sin darse cuenta, con la intención de volver a revivir esos sentimientos. 

¿Cuáles son tus planes ahora? 

Planeo quedarme hasta fin de año en Tecnun Universidad de Navarra impartiendo clases de Resistencia de Materiales y de Construcción Industrial, para poder enriquecer mi formación como docente y continuar en trabajos de investigación. Respecto a la línea de investigación de la tesis, existe la posibilidad de continuar profundizado en el tema o poder enfocarnos en un aspecto más sustentable de la construcción. 

¿Pensás volver a Uruguay? 

¡Por supuesto que sí! ¡No hay mejor país que Uruguay! Lo que no te sé decir es cuando… (ríe). 

La carrera de Ingeniería a veces es descartada por estudiantes de liceo por tener fama de “difícil”. ¿Qué le dirías a un estudiante de liceo que está pensando en estudiarla y a un universitario que la está cursando? 

Yo creo que ese mito es algo que debemos de borrar. Todas las carreras tienen su nivel de dificultad y no debemos elegir nuestro futuro laboral en función de la dificultad.  

Además, tenemos que diferenciar que lo que puede ser difícil para uno puede no serlo para otro. Todo depende de la predisposición y las habilidades de cada uno. Yo si hubiera estudiado Derecho todavía estaría cursando primer año. 

En líneas generales, te digo que la Ingeniería no es difícil, es simplemente un reto, y como tal requiere de mucho tiempo, esfuerzo y sacrificio; pero eso sí, a los que les gusten los desafíos van a poder enfrentarla. 

Entrevista: mayo de 2016.