Experta expuso sobre derechos humanos

La Dra. Neydy Casillas, representante de Alliance Defending Freedom International, habló en la UM sobre «Los “nuevos derechos” y la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Costa Rica»
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Durante su último año de carrera, la actual alumni de Facultad de Derecho (FDER) de la UM Pilar Peña, viajó a Washington para una capacitación de Alliance Defending Freedom (ADF), una organización que promueve los derechos fundamentales. Luego, siguió sus pasos otro estudiante, Julián Barquín. En julio de este año será el turno de la graduada de FDER Sofía Maruri, que fue recientemente aceptada por ADF para un curso de estudios jurídicos en EEUU.

El pasado 8 de marzo, la Dra. Neydy Casillas, representante de ADF International, que tiene sedes en Washington, Nueva York, Viena, Bruselas, Londres y Nueva Delhi, visitó la UM y expuso sobre «Los “nuevos derechos” y la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Costa Rica». Antes del encuentro, Casillas, que representa a ADF frente a la Organización de Estados Americanos (OEA) y para América Latina, desarrolló en una entrevista el trabajo de la organización:

¿En qué consiste Alliance Defending Freedom?

Es una barra de abogados non profit, sin fines de lucro, que se dedica a litigio en el área internacional y a advocacy, un concepto que no tiene traducción en español e implica un seguimiento de cómo se crea e interpreta el derecho en las organizaciones internacionales, que es la base con la que litigaremos en las cortes internacionales donde trabajamos.

¿Qué implica el concepto “nuevos derechos”?

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que marca la base para todos los derechos y para todas las declaraciones y convenciones que existen en el ámbito internacional, surgió para proteger al hombre de las tragedias de la Segunda Guerra Mundial, del genocidio de los nazis. Fue necesario porque una persona tenía una idea en la que su derecho prevalecía sobre otra, entonces viene la declaración universal de los derechos humanos que establece la base y a decir “tú de aquí para arriba puedes tocar, pero de aquí para abajo es intocable”. Esos derechos son universales: innatos, inherentes a la persona.

Desde hace unos años, algunos organismos internacionales están reinterpretando aquellos tratados que los estados firmaron y ratificaron. En ese sentido, los derechos de la Declaración Universal de Derechos Humanos están siendo cambiados y de ahí se desprenden los supuestos “nuevos derechos”. En realidad no han surgido nuevos derechos, los derechos son unos y si bien estos pueden hacerse realidad de distintas formas, el derecho no cambia. Esa es la realidad de la que debemos de partir. Esa es nuestra argumentación.

En muchos de estos casos, los organismos internacionales ignoran las reglas de interpretación del Derecho y, además, el hecho de que las cortes internacionales no se ajusten a ese marco jurídico violenta la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Es al final el pueblo quien debe decidir qué tipo de leyes le deben de regir.

Así, estamos volviendo al problema original, porque la tendencia actual es a la individualización de derechos y, entonces, ¿qué derecho debe prevalecer frente a otro?, ¿el del no nacido o el de la mujer? Hoy nuevamente los derechos están siendo atropellados, pero no es porque existan derechos como tal, sino por la reinterpretación que se ha dado al fundamento de los derechos.

El contenido de fondo de la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Costa Rica de la que formaste parte y de la que hablarás en FDER está presente también en Uruguay. Como sabés, el año pasado, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) intentó promover en los centros de enseñanza, desde la primera infancia, material vinculado a ideología del género, lo que provocó discusión en la opinión pública. ¿Cuál es tu opinión como abogada sobre esto?

La ideología de género es una la razón por la que estamos presentes en organismos internacionales. Es un tema que viene desde hace mucho tiempo y es una agenda que está planeada. Estuve basada por cinco años ante Naciones Unidas representado a ADF Internacional y también a mi país, México, por ello fui parte de varios procesos de negociación.

La agenda de género fue lanzada en Naciones Unidas en dos instancias: la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo en El Cairo, en 1994, y la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, en 1995. Ahí sale abiertamente al mundo esta agenda, que no se visualizaba cómo iba a impactar, y que se ha ido permeando de manera muy simple. Lo hemos visto como sociedad y ahora lo estamos viendo de forma más tangible porque está tocando nuestra realidad, que son nuestros hijos, y es lo que pasó en Uruguay.

Sin embargo, no está sólo presente en la educación, es un tema transversal que abarca todos los ministerios, todas las leyes, todos los organismos de la sociedad. Ahora afecta a más personas en la medida que toca a sus hijos. Es casi uno de los últimos puntos de toda esta agenda, pero no es el último. Es una agenda que viene desde el nivel internacional y está planeada para ser impuesta en todos los países.

¿Qué intereses existen a nivel internacional detrás de esta agenda?

Hay muchos intereses, pero a nivel internacional principalmente dos: económicos y de gobernar. Esta agenda, al igual que las políticas antinatalistas, el aborto y la eutanasia están vinculadas al intento de las potencias de reducir el número de población mundial y, sobre todo, en los países subdesarrollados. Puesto que, dentro de las Naciones Unidas, las potencias tienen que aportar dinero para sostener problemáticas e impulsar el desarrollo de otros países. En ese sentido, el ser humano les representa un gasto.

Existe un informe de un ex secretario de gobierno de EEUU, Henry Kissinger, que muestra la preocupación de ese país ante la “amenaza” de que los países subdesarrollados sigan creciendo en cantidad de número, porque eso implica que el ser humano como consumidor va a desaparecer los recursos naturales. El informe marca las líneas para fomentar la reducción de la natalidad a través de la educación, los medios de comunicación y otras acciones.

Como consecuencia de estas políticas, muchos países ya están enfrentando la falta de remplazo generacional. Esta agenda se promueve principalmente a nivel de Naciones Unidas, que es el medio perfecto para impactar en los 193 países que forman la organización. Cuando estuve en la ONU, hubo una gran hambruna en Somalia en la que murieron muchísimas personas. Busqué en dónde se iba a tratar el tema, porque me interesaba. Nunca se trató. El trabajo de ONU siempre le da prioridad a los temas de género y aborto.

Como ejemplo, Rusia, que aprobó muchas de estas leyes durante la época comunista y que sufrió el invierno poblacional, hoy en día es uno de los países de Naciones Unidas que en negociaciones sobre estos temas es de los principales defensores de la familia, la vida, e incluso el derecho de los padres a educar a sus hijos, porque ellos tocaron fondo en este tema y ahora están dando la vuelta.

Como abogada, ¿cuál te parece que es rol de los ciudadanos frente a esto?

Creo que no estábamos acostumbrados a participar en política, aunque todos somos entes políticos. Y en este momento, en especial cuando afecta a nuestros niños, muchas personas están siendo más consciente de esa parte política. Vivimos en una sociedad en la que nos han intimidado, que está silenciada por leyes y acciones que nos quieren imponer. Tenemos que preguntarnos si queremos que el Estado decida sobre nuestras convicciones, nuestros hijos, nuestra familia, toda nuestra vida, o si queremos ejercer nuestros derechos como ciudadanos.

Hay personas que me preguntan “¿Qué puedo hacer yo contra las organizaciones internacionales si soy una madre o padre de familia?”. No todos tenemos que estar en las organizaciones internacionales. Pienso que cada uno tiene que involucrarse y la primera forma es a través de quienes están a nuestro alrededor. En algún lado leí: “La verdad va a dejar de existir en el momento en que aquellos que la sabemos no hablemos de ella”. Y eso es lo que tenemos que hacer. Lo puedes hablar con tu vecino, con tu amigo, con el que tienes en frente.

Una de las líneas en las que trabaja ADF es en la formación de estudiantes y recientes graduados de Derecho. Dos alumnos de la UM participaron en cursos de ADF y este año asistirá otra graduada. ¿Cuál es el objetivo de esta capacitación?

ADF tiene sedes en varias ciudades. Hoy quienes ocupan puestos en muchas organizaciones internacionales están formados únicamente en una visión. La participación en estos organismos nos ha dado luz sobre que es necesario ir formando líderes que participen en estas organizaciones. Cuando estudié Derecho hace unos años no se hablaba del perfil internacional que puede tener la carrera. Esta capacitación abre a los estudiantes al mundo.