Se realizó la segunda edición del Seminario de Actualización docente

La profesora Dra. Cecilia Calvo fue una de las expositoras del curso “Construyendo una Matemática para todos”
Profesora

Debido al éxito del Seminario de Actualización docente sobre Geometría dictado en febrero de 2019, este año se llevó a cabo la segunda edición titulada “Construyendo una Matemática para todos, organizado por la profesora de la Facultad de Humanidades y Educación de la UM Natalia Balmori. El seminario se realizó del 17 al 20 de febrero y estuvo dirigido a docentes de matemática de todo el país.

Fue una instancia para adquirir nuevas herramientas y reflexionar sobre las innovaciones centradas en la enseñanza de la matemática. Las profesoras Cecilia Calvo, Carla Damisa, Sylvia Borbonet, Teresa Pérez, Nora Ravaioli y Mari Sánchez compartieron recursos y estrategias de aula para potenciar los aprendizajes de los estudiantes. En este marco, profundizaron en el estudio de actividades de fácil acceso, con diversas soluciones para contemplar diferentes grados de dificultad. Se analizaron actividades de Evaluaciones PISA y Evaluaciones en línea por el SEA, para trabajar procesos cognitivos específicos en el aula. Además, en el seminario se hizo hincapié en la promoción de actividades de formulación o validación como herramienta para conocer los procesos y las representaciones que pone en juego el estudiante. Así como en el uso de la tecnología para enriquecer temas ya abordados, por ejemplo, se trabajó Divisibilidad con Python y Tapaybusca como software para trabajar ecuaciones en los primeros años de educación media. 

En la siguiente entrevista, la profesora Dra. Cecilia Calvo habla de su experiencia como docente.

¿Qué tipo de enfoque prepondera en la educación de las matemáticas, en primaria y secundaria?

Tradicionalmente teníamos unas matemáticas organizadas en función de los contenidos. O sea, cuando un maestro o profesor se ponía a planificar qué haría ese año con sus alumnos, los contenidos eran los que marcaban el itinerario. Pero ya hace unos años que eso no es suficiente.

Tendríamos que organizar nuestras clases con base en dos criterios: por un lado, en los contenidos que son fundamentales para estructurar nuestra propuesta y, por otro, con base en ciertas habilidades, procesos, dimensiones del hacer matemático. Esto tiene que ver con tipos de acciones y procesos que, desde la matemática, son muy importantes y fundamentales, pero que no están ligados a un contenido solo, sino que son transversales, por ejemplo: representar, comunicar, razonar y resolver problemas.

Ahora, lo que estamos intentando hacer desde la didáctica de la matemática, desde las asociaciones de los profesores, es poner los procesos como estructuradores de currículo en el mismo nivel que los contenidos.

¿Cuáles son las necesidades de los docentes?

A nivel de docentes, lo más necesario es tiempo para reflexionar. Los profesores tenemos una suerte muy grande y es que nuestros alumnos son una fuente de aprendizaje para nosotros, si tenemos tiempo de escucharlos y analizar las respuestas que nos dan. Pero, por otro lado, también hay más canales de información que nos ayudan a formarnos continuamente. La situación de un profesor hace treinta años dependía mucho de la oferta que le hacia la administración sobre el curso para mantenerse al día sobre las innovaciones que surgían. Pero ahora, sin desmerecer el trabajo que se sigue haciendo, nosotros podemos estar conectados con muchos canales de información y mantenernos al día usando, por ejemplo, redes sociales.

Igual que un médico, los maestros no podemos dejar de formarnos continuamente. Los avances que hay en didáctica de la matemática han sido muchos en los últimos años. Por ejemplo, estoy súper agradecida de la formación inicial que recibí como profesora en el IPA, pero la tarea que yo hacía en los años 90 cuando me recibí se parecen muy poco a las que hago ahora. Mantenerme activa y formarme continuamente es lo que me ha permitido acompasar mis cambios a los descubrimientos y nuevas investigaciones. Y todo esto requiere tiempo. Pero también es nuestra responsabilidad, porque a veces tenemos el tiempo, pero no la motivación o la responsabilidad de hacerlo.

¿Qué herramientas clave debe desarrollar el alumno para mejorar su nivel de comprensión en la disciplina?

La selección de tareas que le proponemos al alumno en el aula para progresar en su comprensión de las matemáticas y en la adquisición de las competencias de las matemáticas básicas es fundamental. Pero también tenemos que ayudar a esas tareas mejorando su gestión en el aula. Es decir, cómo las planificamos, cómo nos preparamos para las contingencias que puedan suceder en el aula, cómo monitoreamos mientras los alumnos están trabajando, qué cosas van pasando y cómo las llevamos después a la discusión de aula.

Todas esas cosas son muy importantes y se aprenden a partir de la reflexión de la práctica y a partir de escuchar a otros colegas cómo lo hacen. Por eso es importante este tipo de encuentros, para tomar ejemplos de otros profesores.

¿Cuáles son las mejores prácticas que ha ido desarrollando a lo largo de su vida profesional como docente?

Experimenté un cambio fundamental en 2008, cuando descubrí en la literatura holandesa una noción relacionada con las tareas en el aula que se llama práctica productiva. Lo identifico como un momento importante en el cambio de estrategias para hacer mejor las cosas, porque lo empecé a probar en mis clases y daba resultado ese cambio de práctica reproductiva a práctica productiva.

La idea básica es que nosotros podemos hacer muchas cosas en el aula, como generar experimentación, proponer conversaciones muy interesantes con los alumnos para descubrir el conocimiento entre todos de manera compartida en la clase. El desafío fue ver cómo podíamos hacer para que esa práctica estuviera envuelta en un ambiente de resolución de problemas.

¿Tenés alguna investigación hecha sobre la educación en Uruguay?

En mi tesis de doctorado trabajé sobre el pasaje de secundaria a la universidad. Y, aunque la hice en la Universidad Autónoma de Barcelona, los datos de mi tesis y el análisis de casos lo hice con experiencias de alumnos en Uruguay. O sea que las conclusiones, de cuáles son los puntos clave que ayudarían a los alumnos a transitar de modo menos traumático el paso de secundaria a la universidad, están basadas en un análisis de Uruguay.

Mi tesis es del 2001, ya tiene 20 años. Tiene algunas pinceladas de la manera de hacer matemática en la clase, pero en ese momento no tenía tan claro el tema de generar espacios para que los maestros se reúnan y haya un moderador en esas reuniones que conduzca la conversación.

Luego, en España, Cataluña, estudié la transición entre primaria y secundaria. Si hay un punto en común entre las distintas transiciones es la importancia del diálogo entre los profesores de las distintas etapas. Es una responsabilidad ineludible de los docentes conocer los horizontes de los alumnos. Y eso implica, cuando tengo alumnos de quinto de liceo, saber qué se pretende de ellos, es decir, saber cuáles serán los objetivos que tengo que seguir para estos estudiantes, que algunos seguirán su carrera académica y entrarán a la Universidad, y otros no.

Pero también me interesa hablar con los profesores de ciclo básico, para no trasladar el problema de las transiciones de una etapa a una etapa anterior. Es muy importante el diálogo entre los docentes, y a veces este diálogo se reduce a discutir sobre qué temas tratamos en una y otra etapa, y eso no es lo sustancial. Lo sustancial es ponernos de acuerdo en cuáles son las dinámicas que llevamos al aula, cuál es el tipo de tareas que les proponemos, cuál es nuestro grado de exigencia sobre la exactitud en el lenguaje sobre el uso de herramientas tecnológicas o no. Estas son cuestiones que habitualmente no hablamos cuando nos reunimos profesores de dos etapas, hablamos más sobre los temas que sobre la gestión del aula y creo que avanzaríamos mucho si trasladáramos el foco de la atención.

¿Cuál fue la motivación para realizar la publicación “Aprender a enseñar matemáticas en la educación secundaria obligatoria” de editorial Síntesis?

La editorial Síntesis le pidió al profesor Jordi Deulofeu, uno de los cuatro autores de la publicación, un escrito que sirviera como manual en los lugares de formación de profesores para secundaria, porque él es un profesor de reconocido prestigio de la Universidad Autónoma de Barcelona. Le dijeron que tenía total libertad de formar su equipo, entonces eligió a tres personas (yo incluida) que tienen relación con la formación docente de primaria y de secundaria, algunos en la formación inicial y otros en la formación continua, pero que también tienen experiencia de aula, porque todos han trabajado en liceos. A partir de ese grupo de trabajo, logramos generar unas dinámicas en las que los más privilegiados con la escritura de ese libro fuimos nosotros. Aprendimos mucho trabajando en equipo y elaborando todos los capítulos en conjunto. Creímos que era muy importante estructurarlo con base en actividades, por eso es un manual que se basa en el análisis de actividades que se pueden llevar al aula de secundaria.