Noelia González

Noelia González

Noelia González es de la generación 2008 de la Facultad de Comunicación (FCOM) y egresó en 2011 tras especializarse en el área Periodismo. En Uruguay y en últimos años de su carrera fue periodista multimedia en el diario El Observador cubriendo temas como ciencia, salud, medio ambiente y tecnología. En 2014 viajó a la Antártida, donde cubrió las investigaciones uruguayas que se desarrollan en la Base Científica Antártica Artigas. 

Luego trabajó para Alaska Public Media, produciendo, filmando y editando contenido audiovisual para la web y la televisión; fue periodista freelancer para Univisión Noticias y además fue asistente de un programa llamado J200 de la Universidad de California que reporta las noticias locales en el sitio web Oakland North. 

En 2014 viajó a California para realizar un máster en periodismo en la Escuela de Periodismo de la Universidad de California, Berkeley, donde se especializó en periodismo multimedia y de salud. Allí obtuvo una beca Kaiser Permanente y una beca de Mérito Escolar para el año académico 2015-2016. 

Actualmente trabaja con el equipo español de Al Jazeera en AJ +, en San Francisco, como editora y productora de videos.  

¿Qué te llevó a elegir esta profesión? 
Elegí ser periodista antes de saber de qué se trataba realmente. Tenía unos seis años y escribía todo el tiempo; también leía novelas cortas y jugaba a ser presentadora de un informativo. Con el tiempo me di cuenta de que ser periodista era mucho más que escribir, sobre todo cuando comencé la carrera de Comunicación en la UM. Ahí me convencí más todavía de que era eso a lo que quería dedicarme: a ser una suerte de “traductora” o intermediaria entre las noticias, las historias, y la gente. Y no solo por medio de la escritura, sino a través de distintas plataformas, como video y fotografía.   

¿Qué motivos te llevaron a realizar un viaje a la Antártida? ¿Cómo fue la experiencia? 
Creo que me encontraba en el lugar y momento justo. Como cubrimos temas científicos, Cromo está siempre en contacto con la Facultad de Ciencias (Udelar); desde allí nos contactaron cuando surgió la posibilidad de viajar a la Antártida, un verdadero laboratorio natural. Fue entonces cuando mi editora, Ana Pais, me ofreció el viaje para cubrir las investigaciones uruguayas que se desarrollan en la Base Científica Antártica Artigas.  

Cuando estaba allá me di cuenta de que nunca iba a poder explicar lo que estaba viviendo. Miraba el display de la cámara y me molestaba que las fotos no reflejaran lo que yo estaba viendo “en vivo y en directo”. Es un viaje que, con mucha suerte, se hace una vez en la vida. Los que hemos podido ir somos privilegiados, y creo que todos los que pisan el llamado continente blanco (aunque la base uruguaya está en una isla, Rey Jorge) somos muy conscientes de eso.  

El viaje en sí tuvo de todo: emoción, estrés, adrenalina, cansancio. Creo que nadie se imagina cómo es la Antártida hasta que está allí: un espacio como ningún otro, silencioso, libre de contaminación y casi cien por ciento natural. Mirás a un costado y hay un pingüino curioso que sale del agua para acercarse a vos, o una foca durmiendo sobre la nieve…Algo que realmente nos desconcertó a todos fue que, como es verano allá, era de día todo el día. No había noche, solo una penumbra que empezaba a la medianoche y duraba unas 4 horas.  

¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo? 
Lo que más disfruto de mi trabajo como periodista es servir de "traductora" entre la gente que nos cuenta sus historias y la audiencia. Creo que somos un nexo muy importante para que la gente se entere de ciertas cosas que de otra forma no se enteraría y, lo más importante, para que logren comprender y desarrollar empatía hacia los temas más importantes, que nos deberían importar a todos.  

¿Cómo pensás que te preparó la UM para el mercado laboral? 
Mi carrera en la UM fue una gran preparación para le mercado laboral. Allí trabajamos con una modalidad que se acerca bastante al día a día de la redacción de un medio de comunicación.  

Cuando me gradué, sentía que contaba con las herramientas básicas para iniciar mi camino en el mercado laboral (aunque hacía un año que trabajaba como periodista). Al mes siguiente de recibirme me ofrecieron un lugar en El Observador, donde aplico lo que aprendí de mis profesores todos los días.   

¿Qué recuerdos te dejó la UM? 
Mis recuerdos más preciados son con mis compañeros de generación, algunos de los cuales se convirtieron en grandes amigos. Me acuerdo de pasar muchas horas en facultad y tratarnos como hermanos, trabajando para entregar algún trabajo o preparar un examen. De filmar, editar, leer, entrevistar. De incursionar en la radio, la tele, el cine y la web. En definitiva, cuando miro mis años en la UM en retrospectiva me siento feliz. Fue una carrera exigente que buscó sacar lo mejor de nosotros. 

¿Un consejo para estudiantes y futuros alumnos? 
Los consejos de los demás siempre ayudan, pero creo que uno siempre tiene que seguir su intuición. En mi caso, siempre supe que quería estudiar periodismo, pero también hay que estar abierto a otras opciones si es que estas se aparecen en el camino (por ejemplo, si te enamorás del cine, ir por la opción de comunicación audiovisual). También creo que hay que hacer la carrera sabiendo que no se termina cuando te ponés la toga y tirás el gorro al aire. El diploma que cuelga en la pared es solo una señal de que tu carrera recién empieza.