Equipo de FDER destaca en FDI Moot 2020
La Facultad de Derecho (FDER) de la Universidad de Montevideo (UM) participó nuevamente en la Foreign Direct Investment International Arbitration Moot (FDI Moot, por sus siglas en inglés), la competencia de oratoria más reconocida a nivel mundial de arbitraje de inversión, que tuvo lugar en la primera semana de noviembre de este año.
El grupo, que se posicionó entre los 32 mejores equipos de casi cien universidades del mundo, se integró por estudiantes de la FDER, Tamar Bergstein, Joaquín Berriolo, Tomás Etcheverry, Pablo Pereira, Candela Rodríguez, Romina Rossi e Ignacio Uria, y por los coaches Francisco Algorta, Javier Galperin, Melanie Ollero, Pía Ruggieri, Lucía Vilaseca, Pilar Álvarez y Yael Ribco. La Head Coach fue la Prof. Mercedes Jiménez de Aréchaga.
Los alumnos Joaquín Berriolo y Romina Rossi obtuvieron una mención por lograr puntajes dentro de los 50 mejores oradores de la competencia, entre los casi 300 que participaron.
Por primera vez, la competencia se realizó completamente de manera virtual y el equipo de la UM logró una destacable actuación que, a los desafíos que usualmente conllevan certámenes de este tipo, se adicionaron otros que trajo este año la pandemia. Esto quiere decir que no solo se enfrentaron ante la necesidad de perfeccionarse a nivel académico, sino que tuvieron que afrontar situaciones de problemas técnicos, que son inherentes a una competencia totalmente virtual, y de diferencias horarias importantes, ya que la actividad se realizó con itinerarios de Europa y Asia.
A pesar de la distancia y de no haber podido contar con un viaje, el equipo no bajó los brazos y tomó la experiencia con la misma seriedad de siempre: en junio comenzó la preparación y desde octubre se reunieron virtualmente todas las noches.
Además, durante la semana de la competencia alquilaron las instalaciones de Sinergia Ejido para enfocarse desde allí sin distracciones y los miembros se tomaron tiempo libre de la facultad y de sus trabajos para dedicarse de manera íntegra a la actividad.
La competencia planteó un problema ficticio, que debió ser defendido como actores y como demandados ante un tribunal arbitral compuesto por tres profesores o exparticipantes del evento. Los estudiantes Joaquín Berriolo e Ignacio Uría actuaron como oradores por la parte actora, una institución financiera ficticia, y Pablo Pereira y Romina Rossi por la demandada, un país también ficticio.
La fase de grupos estaba compuesta por llaves de siete equipos de los que clasificaban dos. Esto significa que, para pasar a la siguiente etapa, de cuatro partidos en total es necesario ganarlos todos o al menos tres. La UM ganó los cuatro y clasificó.
Los participantes expresaron que esta experiencia, en general, fue muy buena tanto en lo académico como en lo personal. Por un lado, aprendieron que con constancia, esfuerzo y dedicación los buenos resultados llegan; mientras que, por otro lado, les generó enorme satisfacción no solo el resultado alcanzado sino la calidad humana que se formó en el proceso. El equipo se fortaleció tanto que actualmente ya se encuentra preparando otra competencia internacional de arbitraje en representación de la UM.