El legado del Ing. Dieste

La UM otorgó en 1999 un reconocimiento especial al ingeniero Eladio Dieste, cuya obra fue recientemente declarada Patrimonio Mundial por la Unesco
Retrato de Eladio Dieste, combinado con cuadro de Iglesia de Atlántida y detalles arquitectónicos

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscribió a la Iglesia de Atlántida, obra del Ing. Eladio Dieste (1917-2000), en la lista del Patrimonio Mundial. Se trata del tercer sitio cultural uruguayo reconocido por el organismo, que en 1995 otorgó dicha categoría al barrio histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento y, en 2015, al paisaje cultural industrial de Fray Bentos.

El comunicado oficial del 27 de julio también inscribió otros espacios de Latinoamérica, África, Asia, Europa y la región árabe, completando una lista de trece nuevos sitios culturales.

La obra uruguaya, ubicada en la Costa de Oro, se inauguró en 1960 y prevalece como un ícono cultural, con una arquitectura muy distinta a la acostumbrada en las estructuras religiosas en el país. En ella destaca la secuencia de bóvedas gaussianas de ladrillo reforzado, desarrollada por Dieste.

Su conexión con la UM

El ingeniero Dieste fue miembro consultivo durante los inicios académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo y, el 9 de diciembre de 1999, recibió un Doctorado Honoris Causa de parte de la institución.

El entonces rector, Dr. Mariano Brito, presidió la ceremonia, y las palabras de la celebración estuvieron a cargo del Ing. Alberto Ponce, decano de la Facultad de Ingeniería UM. La semblanza se tituló "Dieste y construcciones de cerámica armada", en la que se destacó la calidad humana del homenajeado, así como la transferencia de su personalidad en su obra profesional, descrita como “sólida, segura y admirable”. 

En el discurso, Ponce puntualizó:
“Uno se siente [respecto a su obra] como iluminándose en lo que es vida, [en lo que] es crear, es comprender la esencia de las cosas. En particular, las cosas técnicas, pero no se limita allí la rica experiencia de su relación. Su conversación o su explicación de sus estructuras van más allá de lo técnico. Llegan a través de su obra a lo espiritual, a lo trascendente. Y eso es lo que se siente en el interior de la iglesia de Atlántida, en donde hay una comunicación de formas, de luces, de materiales usados todo en perfecta armonía. Esas características se repiten en todas sus obras, aun las que no se desarrollan en un ambiente religioso, porque ese carácter se debe a la concepción de la obra y no a su destino”.

[Ver discurso completo aquí]

A dicha ceremonia asistieron varios familiares del ingeniero, el presidente de la Academia Nacional de Ingeniería, Ing. Álvaro Cutinella, así como profesores y académicos vinculados al área. Se recibieron cartas de felicitación del rector de la Universidad de la República, Ing. Rafael Guarga y del presidente de la Asociación de Ingenieros del Uruguay, Ing. Esteban Garino. También se dio lectura de la carta del homenajeado, que no pudo concurrir por razones de salud.