Conferencia: La innovación educativa, entre lo nuevo y lo bueno
La Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) de la UM organizó una conferencia titulada “La innovación educativa, entre lo nuevo y lo bueno”, realizada en el auditorio de CAF —banco de desarrollo de América Latina y el Caribe— y que estuvo a cargo del licenciado en Pedagogía y doctor en Filosofía, Gregorio Luri. El evento se desarrolló en el marco de la celebración por el vigésimo quinto aniversario de la fundación de FHUMyE.
La noche comenzó con palabras del representante de CAF en Uruguay, François Borit, el rector interino de la Universidad de Montevideo, Enrique Etchevarren, y el decano de FHUMyE, Francisco O’Reilly. El rector interino expresó: “Hoy parece más claro que ayer la función que las humanidades cumplen no solo en la universidad sino en la vida social”. Por su parte, el decano de FHUMyE, afirmó: “Celebramos los más de 300 egresados, celebramos todo el bien que hemos podido irradiar en la comunidad, celebramos que la actividad que se ha hecho en estos 25 años desde la facultad ha logrado dar fruto, y ese fruto es abundante”.
El filósofo comenzó la conferencia planteando la interrogante: ¿lo nuevo ha adquirido la carga axiológica tradicionalmente atribuida a lo bueno? “El mero hecho de plantearla nos sitúa fuera de la corriente de la actualidad”, explicó y continuó: “Con el tiempo parece ser que, si algo se presenta como moderno, y sobre todo como innovador, ya no necesita justificar su bondad. En mi opinión, hay que buscar lo bueno donde esté, y si resulta que el diálogo socrático nos parece bueno, ¿qué importa que tenga 2500 años? Y si resulta que el último elemento tecnológico nos parece bueno, ¿qué importa que sea de hoy?”.
De esta manera, el Dr. Luri entró en la temática de la educación, manifestando: “La educación se sustenta sobre ilusiones. A veces, están bien fundamentadas y, a otras, son meramente ilusas”. El expositor cree que actualmente, y desde una perspectiva objetiva, se está perdiendo claridad sobre los fines de la educación: el para qué. En este contexto, destacó el foco que se le da al cómo se enseña, qué metodologías son más adecuadas, mientras que el elemento que articula todo lo que se hace, es decir, la causa final, se ha oscurecido. “Cada vez es más difícil generar consensos educativos amplios”, explicó Luri, quien prosiguió mencionando que, como consecuencia de esto, se corre el riesgo de contar con nuevas leyes referidas a la educación cada vez que cambia el gobierno oficialista. “Para soslayar esta dificultad, estamos buscando un terreno neutral. Muchos creen haberlo hallado en la tecnología, en lo nuevo frente a lo bueno”.
Durante su conferencia, Luri trajo a colación una afirmación que postula: “La educación mata la creatividad”. El expositor refutó esta declaración planteando un escenario inverso: si fuese cierta, las sociedades sin escuelas serían máximamente creativas, lo cual no es así. El filósofo español destacó que, aunque la educación —al igual que cualquier creación humana— es imperfecta, es noble.
“Mi tesis, que pretende ser humanista, es que las tecnologías, si las miramos bien no son otra cosa que prótesis antropológicas que amplifican lo que somos. Lo que nos debería preocupar no es hasta qué punto amplifican nuestras capacidades, sino qué es lo que somos, puesto que esto será lo modificado”.
El expositor opinó sobre una idea que se ha impuesto en los debates pedagógicos sin tener “ningún fundamento serio”: la referencia excesiva a que en el futuro habrá trabajos que aún no existen. “Una de las características de nuestro tiempo es que nos veamos forzados, por diversas circunstancias, a introducir tecnologías en las aulas cuya evolución será más rápida que nuestra capacidad para comprender sus consecuencias”, postuló.
Finalmente, el pedagogo y filósofo español culminó la conferencia con dos consignas para el público. En primera instancia, pidió que piensen en tres palabras que asocien de manera inmediata con el término “educación”. Posteriormente, planteó una serie de afirmaciones con opciones de fechas para que determinen cuándo fueron dichas. Con la primera consigna, Luri remarcó las diferencias entre las culturas occidental y oriental. Los primeros, asocian la educación con actividades intelectuales, mientras que los segundos la asocian con actividades morales. Con la segunda consigna, evidenció cómo en la educación se repiten las mismas ideas de tiempos anteriores.
Sobre Gregorio Luri
Gregorio Luri, nacido en Azagra, Navarra (España), es maestro por la Escuela Universitaria Huarte de San Juan de Pamplona, licenciado en Pedagogía y doctor en Filosofía, ambos por la Universidad de Barcelona.
Como docente ha trabajado en todos los niveles educativos — tanto primaria, secundaria como universidad—. Ha sido profesor de Filosofía de la UNED de Barcelona, profesor de Cultura Clásica en la Facultad de Humanidades de la Universidad Internacional de Cataluña, y profesor de Ética y Práctica Profesional en la Escuela Superior de Diseño de Sabadell.
Además, ha publicado más de una docena de libros, entre los cuales se puede destacar: El deber moral de ser inteligente. Conferencias y artículos sobre la educación y la vida (2018); La imaginación conservadora (2019); Sobre el arte de leer: 10 tesis sobre la educación y la lectura (2020); La escuela no es un parque de atracciones. Una defensa del conocimiento poderoso (2020); El recogimiento: la aventura del yo (2021); y El eje del mundo: la conquista del yo en el siglo de oro español (2022).