“El papel del contador hoy abarca mucho más que hace diez años”

Agustín Beramendi estudió Contador Público en la UM. Hace nueve años que vive en EEUU y hoy trabaja en EY como asesor de empresas
Agustín Beramendi mira a cámara. Detrás se ven árboles y una calle.

Washington DC. Agustín Beramendi trabaja en una de las dos oficinas de EY (Ernst & Young) de esa ciudad. Su tarea consiste en trasladarse a grandes empresas, estudiar su situación durante pocos días y luego pararse frente a directores financieros o tesoreros —que en algunos casos llevan más de veinte años en la organización— para darle su opinión como consultor. Tiene 33 años y hace nueve que vive en EEUU. Antes de eso, cursó Contador Público en la UM y en su clase conoció a su esposa: Ingrid Bernatzky.

Antes de volar a la capital de EEUU, trabajó en IBM en Montevideo. En 2011, él y su esposa viajaron a Washington y comenzaron a trabajar en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En su caso, estuvo primero en el área de Fondos Fiduciarios y Capital y después en el equipo de Banca Institucional, siempre dentro del Departamento de Finanzas.

En 2018, aplicó para posiciones en el sector privado y entró a EY. “Si bien es una de las big four y su principal actividad es la auditoría contable, hay muchas otras áreas que tienen que ver con servicios de asesoramiento, y eso es lo que me interesaba. Cuando entré a este equipo (Global Treasury Services) éramos cuarenta, y en dos años pasamos a ser ochenta personas esparcidas por todo EEUU, con un negocio de alrededor de USD 20 millones anuales”, explica. 

Los asesores de EY asisten a empresas de gran tamaño en todo lo relacionado con el manejo de caja: fuentes de financiamiento, estructuras bancarias, liquidez, sistemas de tesorería, operaciones, deuda y riesgo financiero. Aseguró que es un trabajo que requiere constante capacitación y es muy desafiante: “A veces es difícil pararse frente a un CFO o Tesorero, que quizás lleva en su empresa veinte años, y en unos pocos días darle asesoramiento que tenga valor y que lo ayude a tomar mejores decisiones”.

“Lo que me dio la carrera de Contador Público en la UM fue una cantidad de herramientas para conocer el mundo de la empresa. Desde lo estrictamente contable y financiero, hasta lo más estratégico. La información contable y financiera no es otra cosa que una serie de insumos para la toma de decisiones. Pero el mundo empresarial es cada vez más complejo, la cantidad de información sigue aumentando, y la necesidad de tener acceso y procesar rápidamente esa información es cada vez más urgente. El papel del contador hoy abarca mucho más que hace diez o veinte años. Depende de cada uno y de cada organización ir moldeando ese rol para las necesidades y desafíos de hoy", aseguró. 

“Al principio los desafíos tenían que ver con vivir y trabajar en un país nuevo, con otro idioma, con una cultura un tanto distinta —más despersonalizada quizás—, con no conocer a prácticamente nadie, y con extrañar familia, amigos, asados, mi equipo de futbol. Hoy, después de nueve años, la situación es otra: me siento súper cómodo, me gusta mi trabajo, a mi esposa Ingrid también, tenemos dos chicos en edad escolar, que ya tienen sus amigos y actividades. Estamos en un barrio muy lindo, con un ambiente muy familiar, y con los años hemos hecho muy buenos amigos”, destacó. 

Con respecto a su futuro profesional, afirmó que quiere seguir “creciendo y aprendiendo”. “Este es un país en el que hay muy pocas trabas para emprender y desarrollar negocios, y me gustaría ser parte de ese mundo”.