Mayer: “Las organizaciones tienen que ser colaborativas”
La comunidad de egresados “Alumni” compartió un almuerzo con el abogado Agustín Mayer en el Piso 40 del World Trade Center el miércoles 25 de julio. El director general de Ferrere afirmó: “No tengo la bola de cristal, no puedo predecir el futuro. Entonces vamos a hablar de lo que está sucediendo y de qué esperemos que suceda”.
Mayer enumeró los tres estados que pueden llegar a tener las organizaciones en su evolución: “En el primer estado, me junto con un grupo de amigos o familia, armamos un estudio jurídico y empezamos a trabajar. En este caso, si crezco y me va bien, tengo que empezar a ponerle un poco de orden a esa estructura, a profesionalizarla. El segundo estado es en el que permanecen muchas organizaciones: se mantiene el liderazgo por el grupo inicial, por la familia que lo manejó. Y solo algunas organizaciones evolucionan a un tercer estado, a la institucionalización de la organización. Si nos referimos a las firmas de los servicios profesionales, esto sucede cuando pasan algunas generaciones y la firma es más que los miembros que la componen. Identificamos su nombre, su marca y sus personas. Sigue más allá de los miembros originales”.
¿Qué define a las organizaciones exitosas, que pasan a ese tercer estado institucional? Saber lo que quieren, contar con una estrategia. “Tengo que tener un plan, si no lo tengo no voy para ningún lado, no puedo cambiar nada”, indicó Mayer. A esto añadió: “Hoy, es difícil avanzar de forma aislada. Las organizaciones tienen que ser absolutamente colaborativas. Hay que saber formar parte de un equipo y cómo se integra. No todo el mundo es una estrella. Para que funcione, cada uno tiene que asumir su rol. El mayor fracaso es pedirles a todos que sean un 10. Al final del día necesitamos estar motivados para hacer las cosas. El desafío es saber qué mueve a cada generación”.
Teniendo esto en cuenta, ¿hacia dónde van los servicios profesionales? Según Mayer la crisis del 2008 en el hemisferio norte rompió muchos paradigmas en los negocios de servicios profesionales y produjo muchos cambios en la profesión: “En el caso de los abogados, las firmas que tenían una vida muy activa trabajando con clientes perdieron mucho espacio frente a los abogados internos, por un tema de costos, de control, ya que no se trabaja con un solo proveedor. ¿Qué cambió? Ya no tengo clientes leales. Estamos ante un mundo con nuevos competidores. Internet es un nuevo competidor. También la globalización, porque entran firmas internacionales, con más dinero y más espalda. Entonces sí o sí tengo que estar actualizado. Tengo que conocer el sector y la industria del cliente con el que estoy trabajando. Porque al cliente ya no le importa que yo sea un tipo importante, con un gran escritorio. Quiere que sea un asesor. Un insumo de toma de decisiones”.
Para finalizar concluyó que, para lograr el éxito, es imprescindible ser flexible, conocer el negocio del cliente, lograr, de algún modo, ser parte de la cadena de toma de decisiones y, antes de pensar en nuevas tecnologías, pensar en cómo organizar los conocimientos que tiene la organización.