Un intercambio de experiencias en Rumania
Josefina Maisonnave, directora de Initium, y Cristina Chiusano, profesora de la Facultad de Humanidades y Educación (FHUMyE) viajaron durante los primeros días de mayo a la Alexandru Ioan Cuza University, en Iași, Rumania, gracias a una beca de Erasmus+. Maisonnave tuvo una serie de reuniones con distintos departamentos: Relaciones Internacionales, una docente de emprendedurismo de la Facultad de Computer Science, un equipo de Facultad de Ciencias Económicas y el área dedicada a promover el espíritu emprendedor y de innovación en la universidad. Por otro lado, Chiusano dictó clases de Lingüística y Análisis de Discurso en Inglés para estudiantes de Lengua, Literatura Inglesa y Traducción y alumnos de una maestría en Traducción.
Antes de ellas, Rodica Dimitriu, docente rumana la misma universidad, estuvo en la UM para dar clases a los estudiantes de la carrera de Traducción. Este tipo de experiencias siempre abren horizontes. En relación al país, en el que viven cerca de 20 millones de habitantes, Maisonnave y Chiusano hablaron de la oportunidad de conocer su historia y una cultura distinta. Sobre la universidad, destacaron el aporte de aprender cómo funciona una institución de quince facultades, 27.000 estudiantes y “todo tipo de programas desde grado a posgrado” y grupos de investigación.
La directora de Initium relató que, con respecto a su trabajo en la UM, este intercambio le permitió “ver diferentes maneras de hacer las cosas y confirmar que vamos muy bien”. En cuanto a la forma de promover el espíritu emprendedor, habló de un área llamada “Long Life Learning Entrepreneurship”, en donde promueven que los alumnos hagan pasantías en empresas de IT, la asignatura Entreprenaurship en IT y el trabajo en conjunto con el Fabrication Laboratory de Iași. Aunque explicó que no existe un centro similar a Initium.
En relación a su trabajo en la universidad rumana, la profesora de FHUMyE explicó que, a diferencia de lo que sucede en la UM, en donde las clases son “mucho más dinámicas”, los estudiantes no estaban acostumbrados a participar, ya que son clases magistrales, y al principio fue difícil que lo hicieran. Además, destacó que el contraste le mostró el gran nivel académico y de conocimientos generales de los alumnos de la UM. “Valoré muchísimo este intercambio porque me permitió reforzar las estrategias interpersonales, tanto con colegas docentes de diferentes áreas, como alumnos”, expresó.
Agregaron que el último día tuvieron una reunión de cierre, en la que determinaron los puntos en los que ambas universidades quieren trabajar en conjunto en el futuro. Además de profesores y staff, el objetivo es que también estudiantes puedan participar de estos intercambios académicos. Chiusano dijo que también se seguirán organizando cursos específicos en el área de Lingüística y Traducción de manera conjunta entre ambas universidades. “La experiencia de intercambio siempre es positiva. De alguna manera u otra, agrega a la vida de cada uno”, concluyó Maisonnave.