Estudiar y disfrutar de otras cosas
Felipe Aliaga es alumno de ingeniería Industrial en la Facultad de Ingeniería de la UM (FIUM). Cursó la orientación científica para ingeniería en el PRE/U y, en sexto de bachillerato, comenzó el proceso de rugby sub20 en la selección uruguaya. Ese mismo año escuchó una charla de la UM al plantel de rugby y se decidió por esta casa de estudios.
En este mano a mano, Felipe cuenta de su experiencia como estudiante universitario y deportista al mismo tiempo:
Felipe, ¿por qué decidiste estudiar en la UM?
Durante el liceo yo ya tenía claro que iba a hacer ingeniería, pero estaba contemplando si meterme en una institución pública o privada. Luego de la charla que nos dio la UM a mi equipo de rugby, decidí anotarme para una entrevista y un recorrido por la FIUM. A partir de eso, participé de algunas actividades como el Yo ingeniero, y elegí la UM. La decisión se basó, más que nada, en que la UM ofrecía más apoyo a alumnos deportistas. No solo desde el punto de vista económico, ya que en mi caso particular también contaba con un descuento por haber estudiado en el PRE/U y me anote además a una beca; sino también con la contemplación frente a las exigencias y ausencias por participar en competencias de alto nivel.
¿Cómo es estudiar y jugar al rugby al mismo tiempo?
El primer semestre empecé exigiéndome demasiado, por lo que al final tuve que tomármelo con más calma. Pero cada semestre se pone un poco más difícil. Me ha ido bien porque no me presiono para hacer todas las materias. Tomé la decisión de hacer las cosas más lento, con más tiempo y con paciencia. Quería hacer las dos cosas bien.
Hubo momentos en los que me coincidieron actividades […] Si tenía un partido o un viaje que me coincidía con un parcial o período de exámenes, desde la UM me apoyaron con los ajustes necesarios para que pudiera darlos de todas maneras y con tiempo para estudiar. […] Este semestre tuve que inscribirme a pocas materias porque tenía la oportunidad de quedar en la selección mayor para jugar el mundial. Empezaba el proceso de pre-selección que es bastante intenso, ya que hay entrenamientos de ocho horas por día.
¿Cómo es tu relación con la gente de la FIUM?
Tengo buena relación con mis compañeros. Son los que me ayudan cuando no tengo tiempo o no entiendo algo que se dio en clase y yo no estaba. Si bien a veces están más adelantados que yo y también tiene que estudiar, se toman el tiempo de explicarme y ayudarme. Martín Tanco, mi asesor académico, está presente cuando necesito algo, disponible para responder mis dudas y ayudarme a solucionar algunas cosas, y los profesores también tienen muy buena disposición.
¿Qué vas a hacer con la pasantía?
Voy a estar más tranquilo en verano, así que la idea es hacer la pasantía en ese momento, aunque todavía no sé bien qué es lo que quiero hacer.
¿Qué te ves haciendo en el futuro?
En estos años fue cambiando mucho mi perspectiva sobre el futuro. Hace tres años no me imaginaba llegar tan lejos con el rugby y no sabía lo que me deparaba con el estudio. Si sé que me gusta el área de logística y que me gustaría seguir jugando al rugby de manera profesional. Pero más que eso no sé, para ese entonces pueden pasar muchas cosas que me hagan cambiar de opinión.
¿Qué mensaje le querrías transmitir a otros que están pasando por lo mismo?
Algo que a mí me hace pensar es que a veces nos planteamos mucho la vida a futuro, pero en realidad, si yo hubiera sabido desde antes la exigencia que iba a requerir hacer todo, me hubiera asustado y capaz no me hubiera animado a estudiar y jugar al rugby al mismo tiempo. Si disfrutás de una actividad extra, aparte de facultad, no hay que dejarlo de lado. Es solo tomarse las cosas con calma, distribuirse bien los tiempos e ir más despacio. Yo no me arrepiento de haberme atrasado un poco con los estudios. Procuro hacer las dos cosas bien, aunque me lleve un poco más de tiempo. Estudiar no significa no poder disfrutar de otras cosas. Capaz no me recibo tan temprano como podría, pero no pasa nada, me quedo con la consciencia tranquila de que no estoy dejando algo que me encanta de lado.