Juan Pedro Gambetta es de Salto y siempre soñó con estudiar en la UM. Un día se contactó a través de Twitter con un profesor de Economía de la Universidad para conocer más sobre la carrera y sobre las posibilidades de viajar desde su ciudad a Montevideo con un fin específico: convertirse en economista. Este profesor lo recibió en su casa y lo contactó con el hoy decano de la facultad.

Dentro de las opciones que tenía en Uruguay, Juan Pedro contó que sintió inclinación por la propuesta de la UM por dos motivos: porque su departamento de Economía tiene mucho peso y, además, porque sus docentes cuentan con conexiones fuertes en universidades internacionales.

Luego de hacer el proceso de admisión y de interiorizarse sobre las oportunidades de beca que brinda la UM y conseguir una, se inscribió en la carrera de Economía y obtuvo un rendimiento destacado.

Hace solo unas semanas, Yale abrió 15 cupos para el predoctorado en Economía, convocatoria a la que se presentaron 300 estudiantes de todo el mundo. Juan Pedro, de 21 años, fue uno de los seleccionados para este desafío. Yale es una de las universidades miembros de la Ive League, término que refiere a ocho universidades de excelencia académica.

El estudiante de la Facultad de Ciencias Empresariales y Economía aseguró que “el predoctorado significa básicamente tres cosas”. “En primer lugar, es una forma de mostrar que he valorado e intentado aprovechar lo más posible el sinnúmero de oportunidades que he recibido de parte de muchas personas. A pesar de que soy yo el que me voy, soy muy consciente que esto es fruto del esfuerzo de toda esa gente que me apoyó en distintos momentos de mi vida”, dijo.

“En segundo lugar, representa una oportunidad tremenda para aplicar lo aprendido a lo largo de la carrera, en un contexto donde lo clave es ser riguroso. En la misma línea, espero poder aprender la mayor cantidad posible de quienes van a ser mis jefes (profesores de excelente nivel, que están en la frontera de la investigación en economía) y de los cursos que decida tomar en la universidad”, agregó.

“Por último, es un contexto ideal para muchas cosas: probar cómo me va viviendo largo tiempo en otro país, vincularme con personas reconocidas en mi área, hacer amigos de todo el mundo, y abrirme puertas para estudiar o trabajar en lugares interesantes y desafiantes”, concluyó.