Una ingeniera orientada a la economía circular

Florencia Kalemkerian estudió Ingeniería Industrial en la UM. Hoy cursa un programa de doctorado en Tecnun, la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Navarra, en San Sebastián, España
La graduada de la UM Florencia Kalemkerian en el jardín de Tecnun, junto a un cartel con ese nombre.

Hay estudiantes que empiezan la vida universitaria con una vocación profesional marcada. Otros, la van descubriendo en el camino. Ese fue el caso de Florencia Kalemkerian, graduada de Ingeniería Industrial de la UM. Desde San Sebastián, España, donde hoy cursa un doctorado, aseguró que “en el recorrido universitario se van abriendo nuevos horizontes”. En su caso, explicó que el trayecto profesional se fue abriendo a medida que avanzaba en las distintas materias y aseguró: “Por eso hay que tener paciencia si no se encuentra la vocación de primera. Es una carrera desafiante, pero que te ofrece muchas oportunidades a nivel profesional”.

“Elegí la UM por las oportunidades que brinda y por su constante búsqueda de la excelencia académica”, contó. Aseguró que, aunque la ingeniería tiene su foco en la parte técnica, “su verdadera esencia radica en poner esos conocimientos técnicos al servicio de la sociedad”. “También en el ámbito empresarial la idea de un ingeniero como algo puramente técnico está perdiendo fuerza, ya que en un mundo donde las organizaciones tienen que apostar a ser más sustentables para ser más competentes, la toma de decisiones basadas en criterios puramente técnicos, está caducando”, dijo.

En la siguiente entrevista, habla sobre su paso por la UM, su doctorado y la profesión que eligió:

¿Cómo definirías a un ingeniero industrial?

Un ingeniero industrial es un profesional multidisciplinario. Si bien esta rama de la ingeniería se encuentra enfocada en la mejora de los procesos productivos, en estos intervienen diversos factores recursos humanos, tecnológicos, financieros, económicos, información y su integración es clave para la toma de decisiones en las organizaciones. Esto hace que los ingenieros industriales se puedan desempeñar en diversas áreas como logística, administración, marketing, más allá de la producción de bienes y servicios. En el ámbito académico, que es donde me encuentro ahora, los conocimientos que posee un ingeniero industrial son clave para poder acercar el mundo académico y el de la industria.

¿Qué recuerdos tenés de la UM y qué es lo que más valoras de la formación que recibiste?

De la universidad me llevo los mejores recuerdos, sobre todo a las personas que conocí durante la carrera, que hoy son grandes amigos. Lo que más valoro de la UM es la calidad humana de las personas que la integran, principalmente porque siempre están dispuestos ayudarte, a darte un consejo y se respeta a todos. Te despiertan las ganas de ir a más y te acompañan en el camino. No solo se preocupan por formar profesionales excelentes, sino también nos dan la visión de que, en cada actividad que vayamos a emprender, las personas involucradas siempre tienen un papel importante.

"Te despiertan las ganas de ir a más y te acompañan en el camino".

Mientras eras alumna viajaste a Tecnun, la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra para un intercambio y luego volviste para tu doctorado. ¿Cómo ha sido la experiencia?

El intercambio en Tecnun fue de las mejores experiencias que viví durante los años de carrera. En este sentido, valoro mucho la oportunidad que brinda la UM de realizar intercambios con otras universidades. La experiencia de vivir fuera de Uruguay por un semestre es muy enriquecedora, tanto a nivel personal como profesional. Mi experiencia de intercambio en Tecnun fue clave para animarme a comenzar el doctorado. Cuando llegué a Tecnun, empecé a pensar por qué no seguir haciendo algo relacionado con el mundo académico para profundizar en un campo en concreto, en mi caso la línea de sostenibilidad, y seguir generando conocimientos. En Tecnun siempre me sentí muy bien recibida, sobre todo por las personas que conocí dentro de la universidad. Me siento como en casa y eso hace que no se extrañe tanto la UM.

¿En qué consiste el tema de tu doctorado?

Mi tema del doctorado se enmarca dentro de la línea de investigación de Tecnun sobre la mejora sostenible. Comencé a profundizar en estos temas durante mi proyecto final de carrera, en el 2019. Esta línea de estudio propone que las organizaciones no solo sean rentables económicamente, sino que también sus actividades generen un impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad.

¿Qué implica la mejora sostenible?

Hoy en día el modelo de producción que predomina es el modelo lineal, que se basa en extraer, transformar, usar y desechar, y que está causando graves consecuencias para el medio ambiente y la sociedad. En este sentido, la economía circular surge como un nuevo paradigma en el que se busca cerrar los ciclos de producción en la que un residuo se convierte en recurso. La implementación de prácticas sustentables en los procesos productivos bajo este nuevo paradigma implica un gran desafío para las organizaciones. Es un tema nuevo y muy amplio, en el cual queda mucho por hacer, por eso me interesa profundizar en él en este momento. En Latinoamérica ya existen iniciativas para alentar a las organizaciones hacia modelos más circulares, pero a nivel de implementación aún queda camino por recorrer, entonces allí hay un gran campo de actuación a futuro.

¿Te parece que la formación de la UM te dio las herramientas para esos estudios posteriores?

Considero que la formación en la UM me otorgó una base sólida de conocimiento a nivel técnico y de desarrollo de habilidades blandas, lo cual conlleva a la formación de un profesional integro. Nos otorga muchas herramientas que luego te permiten profundizar en el área en la cual te sientas más identificado. En mi caso, la preparación que tuve durante el proyecto final de carrera fue clave para empezar el doctorado.

"Si bien la ingeniería tiene su foco en la parte técnica, su verdadera esencia radica en poner esos conocimientos técnicos al servicio de la sociedad".

Trabajaste como investigadora en el Centro de Innovación en Organización Industrial (CINOI), ¿cómo fue la experiencia de formar parte de un equipo que es un puente entre la academia y la industria?

Considero que la experiencia de trabajar en el CINOI es muy enriquecedora, ya que te permite tener un primer acercamiento al mundo laboral. Los proyectos de investigación aplicada que se desarrollan te acercan al mundo de las empresas. Es un gran centro de formación para los estudiantes, sobre todo porque los directores del CINOI trabajan a la par contigo y eso te permite aprender mucho de ellos. El CINOI crea una gran sinergia entre el mundo de la academia y de la industria. Además, su impronta internacional te permite conocer a muchos profesionales expertos en distintas áreas de la ingeniería. En mi caso, el haber trabajado en el CINOI fue clave para empezar a pensar en la idea del doctorado.

¿Qué mensaje le darías a un estudiante que está comenzando la carrera?

Le diría que disfrute del proceso, durante el tiempo que pasamos en la universidad se crece mucho como estudiante y también como persona. Y el tiempo pasa muy rápido… Es muy importante la dedicación y saber manejar la frustración para no desanimarse. Siempre es bueno apoyarse en las personas que te rodean, sobre todo de la universidad, que siempre están dispuestos a ayudarte. El camino es duro, pero la recompensa es mucho mayor. Así lo siento ahora.