Proyectos contra el estigma en salud mental
La UM tuvo su propia jornada de salud mental, realizada por los alumnos de la materia Psicopatología de Adultos. Durante la mañana de este miércoles 18 colocaron stands en la entrada, cantina y patio de la sede central, donde expusieron sus trabajos realizados durante el año. La temática fue “derribando estigmas” y tenía que tener una impronta nacional. Durante el primer semestre los estudiantes hicieron sus propuestas, y en el segundo las llevaron a cabo. Esta semana expusieron los resultados ante la comunidad académica y otros invitados.
Quienes llegaban a la universidad eran recibidos por un grupo de alumnas que explicaba su campaña y entregaba un sticker con un dibujo y una frase: “Las etiquetas son para los frascos. No para las personas”. Fue el ganador de un concurso que involucró a decenas de personas. Tanto en este como en los demás stands, sus protagonistas explicaban lo que es el estigma y los modos de combatirlo, y compartían sus aprendizajes durante la realización de la investigación.
La docente a cargo, Dra. María Alcira Frontini, hizo una evaluación muy positiva de la actividad. “Estudiaron los temas en profundidad y luego llevaron sus proyectos a la práctica. Desde la didáctica, la mejor manera de aprender es llevando a cabo. Se trata de estudiar para ejecutar. Quedamos ampliamente sorprendidos por la creatividad de las propuestas”, comentó. En efecto, hubo gran variedad de aplicaciones: mientras unos grupos realizaron videos y entrevistas en la calle, otros colgaron carteles, hicieron perfiles en Instagram o publicaron un sitio web. Uno de los grupos se centró en la concientización a los propios estudiantes de la UM, y otro enfocó sus acciones en el interior del país.
Una de las propuestas consistió en realizar un mural con un mensaje sobre el suicidio en los hombres. Luego de seleccionar la zona, las alumnas hablaron con los vecinos y lograron que una señora les cediera la fachada de su casa, frente a la plaza Líber Seregni, para realizar una jornada de pintura junto con personas que pasaban por allí.
Experiencia enriquecedora
“Pintame si conocés a alguien con un problema de salud mental” era otra de las iniciativas. Una joven con camiseta blanca recibía pinceladas de color de quienes se sentían interpelados. Renata Payssé, una de las realizadoras de la propuesta, contó que algunas personas –especialmente en zonas más carenciadas de la ciudad- no solo pintaban, sino que además se abrían a contar sus historias. “Fue una experiencia muy enriquecedora. Una cosa es estudiar la psicología o la salud mental, pero otra cosa es contar eso a los demás y así poder contribuir con nuestro granito de arena”.
A su modo de ver, el intercambio con la gente fue muy enriquecedor, pues le permitió “ver de manera tangible lo que falta y lo que hay que llevar a cabo para tener un país con mejor salud mental”.
“Me pareció una manera creativa de evaluarnos, rompió con los esquemas tradicionales y los llevó a la práctica, a la calle de manera literal. Fue muy enriquecedor. De las evaluaciones que he tenido, esta es la más valiosa sin lugar a dudas”, agregó.
Algo similar comentó Joaquín Podestá, cuyo grupo entrevistó a 12 personas en distintas partes de Montevideo. “Lo bueno es que no fue una instancia única –un parcial solo-, sino que nos llevó muchos meses de trabajo y días de estudio. Es así como más nos queda la información. No tengo dudas de que este proyecto nos va a quedar para siempre, porque nos llevó mucho tiempo y mucha energía poder realizarlo”.
Por su parte, la docente destacó que los 32 alumnos se implicaron en sus respectivos grupos, pese a que estaban compuestos de manera aleatoria y no según su afinidad. “Es importante trabajar con un objetivo común”, señaló, y coincidió en que esta instancia permitió a los estudiantes y a la población en general ver a los psicólogos como agentes de salud en la sociedad, así como transmitir que la salud mental es una realidad más allá de los consultorios.