Matilde Juan
Cinco años después de recibirse de contadora, Matilde Juan volvió a entrar a la sede central de la UM. Esta vez no para ir a clase ni a un examen, sino para contar su trayectoria como profesional. En la cantina de la universidad, y con el silencio que caracteriza a los días previos a empezar las clases, relató que llegó a la carrera porque le gustaban las matemáticas. Vino a una entrevista a la UM y la conquistaron varias cosas, pero piensa que lo que la terminó de convencer fue el programa de intercambio.
Cuando cursaba el tercer año de la carrera, llegó el momento y viajó a la Universidad de Pittsburgh. Confesó que pensó que la parte académica no sería tan exigente y cuando estaba ahí se dio cuenta de que había mucho para estudiar y, a la vuelta, vio que lo que había aprendido le dio una “muy buena base” para las asignaturas posteriores en la UM. Al mismo tiempo, conoció a muchos estudiantes de EEUU y de otros países y aseguró que hizo varios amigos con los que luego siguió viéndose o sigue la relación a través de WhatsApp o e-mail.
Cuando se recibió, hubo dos factores que la llevaron a elegir su próximo desafío. Terminó la carrera joven —tenía 21 años— y durante el intercambio había vivido una experiencia que quería repetir, pero como profesional. Por eso, comenzó a buscar la posibilidad de tener una experiencia laboral en otro país. Luego de buscar, se postuló a una pasantía de la Organización de Estados Americanos (OEA) con sede en Washington D.C.
Vio que el proceso para postularse era “muy exigente pero no imposible” y lo intentó. Luego de tres entrevistas por Skype, la aceptaron, y en dos meses voló a la capital de EEUU. Fueron casi cuatro meses de aprendizaje marcado por la internacionalidad que conlleva trabajar en un organismo mundial y junto a personas de toda América.
Hoy trabaja en Grant Thornton Uruguay y hace dos años decidió continuar con los estudios y especializarse en finanzas, área en la que se había perfilado profesionalmente. Así, comenzó el Máster de Finanzas de la UM, que terminó de cursar en diciembre de 2017.
Como parte de la maestría, participó junto a algunos de sus compañeros de la competencia regional del CFA Institute Research Challenge, que tuvo lugar en Bs. As. el año pasado. El trabajo consistió en la evaluación del Banco Galicia, una compañía pública que cotizaba en la bolsa, y fue evaluado por un jurado internacional. Luego del análisis financiero, técnico, macroeconómico, de riesgos y una entrega final, obtuvieron el segundo lugar. Explicó que el trabajo de la competencia fue la tesis de maestría del grupo y eso les permitió terminar el máster en dos años.
Ya con unos años de trayectoria laboral, al recordar los años de facultad contó que algo que aprendió a valorar es la formación integral que recibió durante los años de estudiante. Afirmó que aunque mientras estudiaba hubo materias extra curriculares que pensó que no aportarían a su futuro profesional, luego descubrió que no sólo es necesario lo específico del mundo de los contadores, sino también conocer al hombre y entender sobre otros temas de la sociedad y la cultura: “Creo que la carrera te da muchas herramientas. Te abre la cabeza y te enseña a pensar más allá de lo técnico”.
Entrevista realizada en enero de 2018